La concejala del bloque Iniciativa Popular volvió a presentar la propuesta para normalizar el trabajo de “trapitos” en la ciudad y separó a quienes delinquen de otras personas que realizan la actividad como “alternativa de vida y llevar comida a su casa”.
“La realidad es que el tema vuelve porque represento el primer proyecto para regular la actividad de cuidacoches porque cayo en caducidad y quiero personalmente rediscutir este debate”, le dijo la concejala Fernanda Gigliani.
“El proyecto no es para regularizar delincuentes, voy a intentar dar racionalidad al debate” enfatiza y sigue diciendo: “no quiero instituir el trabajo de cuicacoche en Rosario”.
La edila contó que su idea surge luego de haber coordinado un voluntariado y afirmó “conozco del tema” por lo cual dijo que cree que “el Estado tiene que generar un periodo de transición para armar un registro de estas personas para separar a mafiosos y delincuentes que están vinculados a organizaciones delictivas con otros que utilizan como medio de vida y subsistencia para llevar comida a su hogar”, expresó Gigliani.
“Creo que estamos en un momento muy penoso de la República Argentina en donde algunos se aprovechan de un contexto de sociedad que le copa la violencia sin importar las garantías constitucionales y hacen políticas en cuarenta caracteres”, criticó furiosamente la actitud de otros compañeros del cuerpo legislativo.
“El concejal Cardozo que históricamente presentaba el proyecto en momentos de la Fiesta de Colectividades y ahora confronta conmigo porque para él ahora es contradictorio querer regular estacionamientos en colectividades cuando desde su espacio político ahora quieren meter a todos presos”.
Según la edila la Municipalidad de Rosario realizó un relevamiento en 16 lugares de todo el territorio y que dio como resultado que 573 personas se dedican a la actividad y cuando pidieron el Documente Nacional de Identidad (DNI), y 53 no lo tenían y los llevaron detenidos y 5 de ellos quedaron presos porque tenían causas pendientes. “En este sentido la justicia y la policía tiene que dar cuenta por qué estas personas no estaban detenidos”.
Para Gigliani “va a haber cada vez más cuidacoches con la situación económica y social como la que transitamos, por lo cual hay que poner el foco en aquellos que no son violentos ni usan esto para delinquir. Aquí el Estado tiene que saber cuál es su situación y tejer proyectos de vida alternativos para esta persona”.
LA PROPUESTA
la iniciativa propone que tengan un uniforme otorgado por el municipio, y haya cupos por género, pagos voluntarios y cursos de capacitación con el fin de convertir esta función en lícita en la medida en que tenga autorización, registro y control estatal.
