La Universidad Nacional de Rosario llevó a cabo la quinta edición de su tradicional maratón, un evento que ha ido creciendo con los años y que en esta ocasión volvió a reunir a cientos de entusiastas deportistas. Abierta tanto a la comunidad universitaria como al público en general, la maratón de la UNR se ha consolidado como un punto de encuentro para aquellos que disfrutan de la actividad física
El evento, organizado en colaboración con el histórico Club Universitario de Rosario, que este año celebra su centenario, ofreció tres trayectos diferentes: 2K, 5K y 10K. Estas distancias permitieron que personas de todas las edades y niveles de entrenamiento pudieran participar, consolidando la maratón como una actividad accesible para toda la comunidad.
“Queremos agradecer a todos los que hicieron posible esta maratón y a todos los sponsors que nos permitieron cumplir el objetivo. Agradecerle también al Club Universitario, que es nuestra casa también porque nació del deseo y las aspiraciones de estudiantes de nuestra Universidad, que nos hayan ofrecido esta posibilidad de compartir en el centenario una actividad de estas características, venimos haciendo muchas, para nosotros fue realmente un gustazo. Y también queremos agradecer a todos los que participaron, porque tuvimos una gran convocatoria”, expresó el rector de la UNR, Franco Bartolacci, y agregó: “Este ha sido un año, y sigue siéndolo, muy difícil para la universidad pública y lo que nos sostiene, nos mantiene y nos proyecta es el abrazo de la ciudad de Rosario, de toda la región, de la provincia de Santa Fe, ante cada convocatoria y hoy fue una demostración más”.
La largada tuvo lugar frente a la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, ubicada en Av. Pellegrini 250, un punto estratégico que permitió a los corredores recorrer una de las arterias más emblemáticas de la ciudad. Desde allí, los participantes comenzaron su recorrido por la costa rosarina, pasando por el Monumento Nacional a la Bandera, disfrutando del buen clima y la energía colectiva.
“Siempre la maratón va creciendo. Este año agotamos los cupos, así que calculo que el año que viene vamos a tener que aumentar el número de inscripciones. Y sobre todo, quiero agradecer a los profes de la Dirección de Educación Física por el esfuerzo cotidiano, especialmente para este evento que nos lleva tanto trabajo”, resaltó Sebastián Palomeque, encargado de la Dirección de Educación Física de la UNR.
La maratón de la UNR no solo busca fomentar el deporte, sino también fortalecer los lazos entre la universidad y la ciudad, integrando a estudiantes, docentes, no docentes y ciudadanos en general en una actividad que promueve la salud y el bienestar. Además, en cada edición, la Universidad refuerza su compromiso con el desarrollo de actividades recreativas y deportivas, que son pilares importantes dentro de su política de Bienestar Universitario.
El Club Universitario de Rosario, coorganizador del evento, también tuvo un papel destacado, aportando su experiencia en la organización de eventos deportivos y consolidándose como un referente del deporte en la ciudad a lo largo de sus 100 años de historia. La participación activa de esta institución en la maratón subraya la importancia de las alianzas entre la Universidad y otras entidades locales para llevar a cabo actividades de alto impacto en la comunidad. “Para el club hacer un evento junto con la Universidad es un poco volver a nuestros orígenes, nosotros salimos de estudiantes de esta casa de estudios, así que es volver a los orígenes, reencontrarnos y poder también festejar con la Universidad estos 100 años del Club Universitario Rosario es para nosotros algo muy importante”, valoró el presidente de Universitario, Magin Moline.
Una carrera en la que participan todos
La Maratón de la UNR no es solo una competencia, es un lugar donde se entrelazan historias de vida, momentos que quedan grabados en el corazón y encuentros que trascienden lo deportivo. Aquí no importa si participa un corredor profesional, un amateur, un padre llevando a su hijo de la mano o un adulto mayor; todos se suman, compartiendo la emoción de estar juntos.
Durante la edición 2024 se pudo observar familias enteras que se animaron a participar, grupos de estudiantes de distintos trayectos de formación de la Universidad, docentes y no docentes.
Pero hay historias que tocan más profundo, como la de Wilfredo Francisco Estepa, que a sus 93 años desafía el paso del tiempo. Para él, esta maratón es mucho más que un evento: es un símbolo del deseo de vivir plenamente, de mantenerse fuerte y saludable. “Corro desde que era un niño, y hoy, correr esta maratón significa vivir este momento de mi vida en plenitud”, dijo con orgullo.
Wilfredo, ejemplo de vitalidad, recuerda que nunca es tarde para empezar y que siempre hay que hacerlo con responsabilidad: “Háganse los chequeos médicos, comiencen de a poco, pero nunca dejen de intentar superarse”. Es así que tres veces por semana, Wilfredo sale a correr cerca de su casa, escuchando a su cuerpo, demostrando que la pasión no tiene edad.
Este tipo de propuestas, que combinan deporte, recreación y vida universitaria, se enmarcan en las iniciativas de la UNR para promover hábitos saludables entre los miembros de su comunidad y generar espacios de encuentro más allá de lo académico. La maratón no solo es un desafío deportivo, sino también un lugar donde personas de todas las edades, géneros y condiciones físicas pueden compartir una mañana diferente, impulsada por la alegría del movimiento.