El economista e integrante del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía, criticó la presentación del Presupuesto 2025 por parte del presidente Javier Milei. Abraham cuestionó la falta de enfoque en el crecimiento económico y la ausencia de menciones sobre salud y educación en el discurso presidencial
El economista Lavih Abraham analizó los principales ejes presentados por Javier Milei en el Congreso, cuando el presidente introdujo su propuesta de Presupuesto 2025. En diálogo con La Marca de la Almohada, subrayó que la metodología anunciada por Milei, aunque presentada como innovadora, no ofrece soluciones reales a la situación económica actual. “Milei presentó una metodología inédita y después dijo que era una metodología de hace dos mil años”, comentó, resaltando la contradicción en el discurso del mandatario.
Uno de los puntos clave de la discusión fue la inversión. Según Abraham, esperar que las inversiones extranjeras resuelvan la crisis económica es una apuesta arriesgada y poco realista en el corto plazo. “Hoy no hay inversión y yo creo que los empresarios invierten cuando van a ganar dinero. No es que solamente quitando un impuesto se van a generar inversiones”, explicó, resaltando que la eliminación de impuestos no necesariamente garantizará el flujo de capitales.
El economista también advirtió que las inversiones extranjeras, aunque importantes, no suelen llegar de manera inmediata, lo que dificulta su rol en la recuperación económica actual. “La inversión que se está esperando es una inversión extranjera que muchas veces demora tiempo y difícilmente nos saque de la recesión en la que estamos”, expresó, subrayando la necesidad de medidas internas más robustas para salir de la crisis.
Respecto al déficit cero, Abraham criticó el enfoque de Milei, quien parece centrarse exclusivamente en este indicador sin considerar las oportunidades de crecimiento económico. “El déficit se maneja en proporción al PBI, la capacidad productiva del país. Si hay crecimiento económico ese déficit se paga con ese crecimiento. Milei solo mira el déficit y no la posibilidad de agrandar la economía”, señaló.
Desde su perspectiva, el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) permitiría absorber el déficit sin necesidad de implementar recortes drásticos. Según su análisis, centrarse únicamente en la austeridad fiscal sin fomentar la producción puede llevar a un mayor estancamiento económico, afectando a largo plazo la capacidad del país para recuperarse.
Otro aspecto que no pasó desapercibido para el economista fue la omisión de temas clave como la salud y la educación en el discurso presidencial. “Milei ni siquiera nombró a la salud y la educación ayer en su discurso. Para Milei el Estado no tiene que estar detrás de esos temas, de la cultura”, afirmó, mostrando preocupación por el futuro de estos sectores bajo el nuevo esquema presupuestario.
La falta de detalles concretos durante la presentación también fue motivo de crítica. A diferencia de lo habitual, Milei no abrió un espacio para preguntas ni ofreció explicaciones sobre cómo implementará las medidas anunciadas. Para Abraham, esta falta de transparencia y discusión limita la capacidad de realizar un análisis completo del impacto que tendrá el presupuesto en los distintos sectores.
Insistió en que un enfoque tan rígido como el propuesto por el gobierno actual puede ser peligroso si no se considera la complejidad del contexto económico. Dependiendo únicamente de la reducción del déficit y las inversiones extranjeras, el país podría ver profundizados los problemas de recesión y precariedad. Además, alertó sobre las consecuencias sociales que podrían derivarse de recortes en áreas sensibles como la educación y la salud.
En cuanto a la metodología presentada, Abraham subrayó que resulta anacrónica y no responde a las necesidades actuales de Argentina. “Es una metodología de hace dos mil años”, reiteró, sugiriendo que el plan de Milei, aunque ambicioso, no se ajusta a los desafíos del presente y, por lo tanto, puede no tener el efecto esperado.
Para el economista, el gobierno debe encontrar un balance entre la reducción del déficit y el crecimiento económico. Las políticas que incentiven el consumo y la producción local son fundamentales para evitar el estancamiento y generar nuevas oportunidades. Si no se presta atención a estos aspectos, el ajuste podría traer mayores problemas a futuro.