Este martes 27 de agosto se presentará el libro “Talleres de proyecto y construcción. Enseñar con agenda social”, una obra realizada por el arquitecto colombiano Felipe Mesa, fundador del estudio Plan B de Medellín junto a la arquitecta Ana Valderrama, directora de la Maestría de Arquitectura del Paisaje de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario, y Gustavo Diéguez, profesor de la Facultad de Arquitectura de la UBA.
En una charla con Jorgelina Hiba y Diego Fiori en Apuntes y Resumen contaron de qué se trata el libro y cómo es enseñar la arquitectura con una agenda social. La presentación contará con dos partes en la primera se disertará sobre la obra y en otra el arquitecto Felipe Mesa brindará un panorama sobre su trabajo Estudio Plan B de Medellín vinculado en lo social en dicha ciudad y otras localidades de Colombia.
El encuentro que se adentrará en 14 casos de estudio, comenzará a las 18 en el SUM de la mencionada facultad rosarina también posibilitará espacios para pensar “cómo se construyen emprendimientos con y para favorecer a la comunidad”, dijo Ana Valderrama.
“La arquitectura se puede vincular con las sociedades, el libro rastrea trabajos de universidades en Latinoamérica en proyecto que la comunidad necesita, generando recursos, diseñando y construyéndolos con un gran impacto en el bienestar y en la vida cotidiana de estas comunidades”, dijo el arquitecto colombiano.
“Talleres de diseño y construcción y es una categoría que estamos explorando desde estas universidades cotejando metodologías distintas de llevar a cabo estas propuestas” (Felipe Mesa)
En este sentido hace foco en “cómo la arquitectura vinculada a políticas públicas favorecen este tipo de contactos” y contó que “en Medellín desde 2003 hasta el presente se vinculan y realizan formatos de proyectos públicos para renovaciones urbanas”.
Por su parte Gustavo Diéguez, arquitecto, profesor de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA) afirmó que la idea de esta obra es para que “encontremos visibilidad en este tipo de prácticas que trabajen con la comunidad y que la universidad publica este comprometida con su territorio”.
Para el docente universitaria “en arquitectura no solo se aprende lo técnico sino que con este trabajo se aprende en lo social. Es una práctica que desarma el canon que el que estudia arquitectura realiza simulaciones, sino que, por el contrario se encuentran con problemas reales y no ficcionales ni con realidades que no nos pertenecen”.
“Hay que trabajar en el terreno y con las personas y sus problemas habitacionales” (Gustavo Diéguez).
En tanto que Ana Valderrama manifestó que “participamos activamente de estos proyectos de talleres de diseño y construcción en nuestro caso de la UNR con Matericos Periféricos. Creo que tenemos que seguir confiando en que la gente necesita el vínculo afectivo, la mirada, la presencialidad, en hacer cosas con las manos, hoy los estudiantes tienen preocupación por el tema del ambiente y lo social”.
“Nos interesa apuntalar a las organizaciones sociales en los territorios desde el contacto con la arquitectura”. (Ana Valderrama)
EDUCAR Y APRENDER EN ARQUITECTURA SOCIAL
En cuanto al concepto de formar en arquitectura el docente de la UBA aclara que “tratamos de construir un sentido común diferente sin dejar de pensar que la ciudad es un fenómeno de producción, las lógicas del mercado se ponen por delante de un carro que ponen muy secundaria al sentido social de la cultural” y afirma: “para nosotros es importante aprender un concepto de hábitat y de ambiente desde un sentido urbano de la vida junto a otros. La arquitectura no solo es un servicio sino es una manera de pensar el mundo, sus comunidades y como se relacionan las personas”.
“Nos interesa estar en esta situación como una suerte de batalla cultural para reconstruir el sentido común en estas cuestiones”, afirmó Diéguez.
Finalmente Felipe Mesa sostiene que “el libro se dirige a profesores y estudiantes, también a comunidades y políticos que pueden proponer proyectos de este tipo en alianza con universidades, pero también a profesionales de la arquitectura ligados a grupos de inversores. Les puede dar ideas a estos grupos inversores que siempre ponen por delante el retorno de lucro. Esos grupos económicos necesitan imaginación e ir más allá del negocio y de esta manera hacer mayores alianzas que impactarían mejor en la sociedad”.