El fundador de WikiLeaks, que en 2010 difundió una serie de documentación clasificada del gobierno de Estados Unidos sobre las guerras de Afganistán e Irak, estaba preso en Inglaterra desde 2019 y afrontaba cargos por 175 años de prisión. Su defensa llegó a un acuerdo y la condena se rebajó a 62 meses de cárcel que ya cumplió en un pequeña celda y aislado de todo contacto con el exterior.
“Julian Assange está en libertad”, informó WikiLeaks a través de sus redes sociales. En efecto, este lunes el programador australiano salió de la cárcel de alta seguridad cercana a Londres en la cual estuvo detenido durante alrededor de cinco años y abandonó Gran Bretaña en un vuelo que lo llevó hasta las islas Marianas del Norte y desde allí retornará a su domicilio en Australia para reencontrarse con su familia.
La liberación de Assange se logró tras un acuerdo en el que admite su culpabilidad ante la Justicia de los Estados Unidos, que lo había hallado culpable de filtrar documentos clasificados sobre las guerras de Afganistan e Irak además de datos sobre las detenciones “ilegales” en la cárcel de Guantánamo, en la isla de Cuba.
De acuerdo con Wikileaks, el programador de 52 años, salió de la prisión londinense de Belmarsh durante la mañana del lunes y por la tarde abordó un vuelo en el aeropuerto de Stanstead para abandonar Reino Unido.
“Después de más de cinco años en una celda de 2×3 metros, aislado 23 horas al día, pronto se reunirá con su esposa Stella Assange y sus hijos, que solo han conocido a su padre tras las rejas”, informó la plataforma fundada por Assange.
Según el acuerdo, el australiano se declarará culpable de uno de los delitos por los cuales es imputado en Estados Unidos, mediante un acuerdo al que arribó su defensa con el Departamento de Justicia de esa nación, situación que le permitió finalizar un extenso proceso judicial tras ser acusado de filtración de documentos calsificados.
La acusación de la Justicia estadounidense implicaba hasta 18 delitos por los cuales habría infringido la Ley de Espionaje, en un remanido caso que significó una de las mayores revelaciones de informes clasificados de dicho país en 2010, incluyendo secretos de las guerras de Irak y Afganistán, además de datos de detenidos de la base de Guantánamo, entre otros informes confidenciales.
En virtud del acuerdo alcanzado, el fundador de Wikileaks será sentenciado a 62 meses de prisión, lo cual equivale al período de reclusión ya cumplido en Belmarsh, detención que se justificaba hasta la resolución de la solicitud de extradición de Assange a Estados Unidos.
De acuerdo con WikiLeaks, la libertad del periodista y activista es el resultado de una campaña global que abarcó a organizadores de base, defensores de la libertad de prensa, legisladores y líderes de todo el espectro político, hasta llegar a las Naciones Unidas.
WikiLeaks publicó historias innovadoras sobre corrupción gubernamental y abusos contra los derechos humanos, responsabilizando a diversos gobiernos y dirigentes de distintos países por sus acciones, recordó la plataforma fundada en 2006. “Como editor en jefe, Julian pagó severamente por estos principios y por el derecho del pueblo a saber”, afirmó WikiLeaks, que agradeció a todos los que apoyaron, lucharon y permanecieron totalmente comprometidos en la lucha por la libertad del activista.
“¡Julian es libre! No hay palabras para expresar nuestra inmensa gratitud hacia ustedes, sí, ustedes, que se movilizaron durante años y años para que esto se haga realidad. Gracias”, señaló en una publicación en redes Stella Assange, la esposa del periodista, quien acompañó su mensaje con un video en el que se ve al activista australiano subir a un avión.
Assange, de 52 años de edad y quien se encuentra enfermo, fue acusado de conspirar junto con Chelsea Manning para obtener documentos clasificados y publicarlos en su plataforma WikiLeaks, un medio de comunicación y organización mediática editorial sin ánimo de lucro creado en 2006 y que se ha hecho reconocido por la publicación de documentos clasificados proporcionados por fuentes anónimas. Formalmente está acusado de difundir información clasificada del Gobierno de Estados Unidos, por lo cual podría haber sido condenado a una pena de 175 años de cárcel.
“Las acciones de Assange supusieron un grave daño a la seguridad nacional de Estados Unidos en beneficio de nuestros adversarios y pusieron a las fuentes humanas nombradas no redactadas en un riesgo grave e inminente de daño físico grave y/o detención arbitraria”, dijo en su momento el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Sin embargo, en marzo pasado, fuentes cercanas al caso declararon a The Wall Street Journal que los 18 cargos que enfrenta el australiano por divulgar información clasificada podrían rebajarse a manipulación indebida de información clasificada, un delito considerado como menor en el código penal de Estados Unidos.
El fundador de WikiLeaks fue entregado a la policía británica por el ex presidente de Ecuador Lenín Moreno cuando le canceló el asilo político en la Embajada de ese país latinoamericano en Londres en Londres en abril de 2019.