Las elecciones del domingo último fueron históricas por su magnitud –se eligieron 20 mil cargos– y por un voto contundente de respaldo al proyecto de país propuesto por Morena, el partido vertebrador de la coalición oficialista que alcanzó el poder en 2018 bajo la promesa de modificar la forma de hacer política. El análisis de una especialista argentina radicada en México
Claudia Sheinbaum, licenciada en Física y doctora en Ingeniería de 61 años, jefa de Gobierno de Ciudad de México entre fines de 2018 y junio de 2023, fue elegida presidenta de México por la alianza oficialista Sigamos Haciendo Historia tras vencer a la candidata de la coalición de derecha Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruíz, y al postulante por el Movimiento Ciudadano, Álvarez Máynez. Será la primera mujer de la historia de México que ocupe el Palacio Nacional, y el próximo 1 de octubre sucederá a Andrés Manuel López Obrador (Amlo). Aunque todavía no es oficial, la candidata de Morena (principal partido del oficialismo) aventajó por alrededor de 30 puntos a Xóchitl Gálvez Ruíz.
El programa Apuntes y Resumen dialogó sobre estos históricos comicios con la politóloga argentina radicada en México Flavia Freidenberg, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Unam (Universidad Nacional Autónoma) y de la Red de Politólogas, además de dirigir el Observatorio de Reformas Políticas en América Latina.
La especialista marcó que las elecciones de 2018, con el triunfo de Amlo, fueron un parteaguas que oficia como antecedente del amplio triunfo de Sheinbaum. Lo que se puso en discusión el último domingo, señaló, fue una suerte de referéndum, de evaluación del mandato de López Obrador. Fue una gestión, dijo, en años complejos, en los que se asentó un proyecto de país enmarcado en lo que se conoce como la cuarta transformación, como la denominó el actual presidente en su asunción hace seis años. Se trata, explicó, de una transformación de las formas de hacer política, con una recuperación del esquema priístico de los años 70 (por el Partido Revolucionario Institucional).
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Freidenberg recordó que muchas de las élites de Morena, eje de la coalición oficialista, provienen de la izquierda, del PRD (Partido Revolucionario Democrático), pero también se nutren de ex integrantes del PRI. Y la ciudadanía votó a Morena, al liderazgo de su candidata y al de Amlo.
En tren de comparaciones imposibles, la politóloga señaló que si Morena puede ubicarse en la izquierda del espectro político, se trata de una izquierda “conservadora” en variaos planos: en el de los derechos, en relación a las mujeres y las diversidades, en el de la problemática del medio ambiente y las energías, con su apuesta central por los hidrocarburos, por ejemplo.
Morena, señaló Freidenberg, es un partido creado para llegar al poder (se fundó en 2012), que se institucionalizó durante la gestión de Amlo, una fuerza de Estado beneficiada directa e indirectamente con los recursos públicos federales.
Los avances del oficialismo, uno de los que atravesó la pandemia pero no cayó en las elecciones, fueron varios en cuanto a desarrollo, crecimiento del PBI y empleo. Pero la deuda que arrastra es en la seguridad ciudadana. La politóloga refirió en ese punto los 10 feminicidios diarios en el país, un problema que, recalcó, no fue agenda de campaña.
El Gobierno de Morena, siguió, tampoco dio respuesta a las serias dificultades del Estado, en numerosos municipios, para garantizar el monopolio de la violencia. En ese aspecto, además, se cuentan 1800 asesinatos por causas políticas.
Sobre lo que desde el exterior se entiende como un hecho inédito, la disputa de la Presidencia entre dos mujeres, Freidenberg replicó que no es tan sorprendente si se analizan los últimos años en México, con grandes avances en las políticas de género. Hoy, señaló en ese sentido, 18 de las 32 gobernaciones están encabezadas por mujeres, y muchas Legislaturas son paritarias en términos de género.
