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Los docentes universitarios van al paro el martes 4 y miércoles 5 de junio

La paritaria de los profesores se mantiene estancada y la Confederación Nacional decidió por unanimidad una medida de fuerza que alcanzará a todas las casas de estudios del país el 4 y 5 de junio. En tanto, el personal no docente espera una respuesta de las autoridades nacionales para el próximo jueves 6, y en caso de no ser favorable a sus reclamos irán al paro el 11 y 12 del mes próximo.

 

Los docentes universitarios de todo el país llevarán adelante un paro de actividades por 48 horas el próximo martes 4 y miércoles 5 de junio ante la falta de avances en la discusión paritaria con el gobierno nacional.

Bajo modalidad virtual y presencial, las y los secretarios generales de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) reunidos en un plenario el día miércoles pasado decidieron por unanimidad ratificar el paro nacional universitario de 48 horas tras una nueva dilación en la resolución de las demandas salariales planteadas por el sector.

“Es inaudita la falta de seriedad y la irresponsabilidad de los funcionarios del Gobierno en un negociación tan importante para el normal funcionamiento de las universidades nacionales, como lo es la del salario de las y los trabajadores docentes”, manifestó Carlos De Feo, Secretario General de la Conadu.

El dirigente gremial agregó que “la negociación viene con un retraso importante y el paro de 48 horas, definido de manera masiva, demuestra el malestar y el enojo de la docencia universitaria de todo el país frente a esta repetida situación de destrato”.

La decisión docente se conoció dos días después de que el gobierno nacional oficializara un acuerdo con los rectores de las casas de estudios que incrementa en un 270% los fondos para gastos de funcionamiento, un ajuste que busca equiparar a todas las instituciones del país con la reciente actualización obtenida por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Lo cierto es que ese aporte es para el sostenimiento de las universidades, es decir el pago de servicios e impuestos, pero no contempla lo salarial.

Al respecto, en diálogo con el programa La Marca de la Almohada el pasado lunes, el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, celebró el entendimiento y destacó que “se ha dado un paso importante que aporta previsibilidad y un escenario distinto de cara al futuro inmediato”.

Si bien la actualización de los gastos de funcionamiento fue muy bien recibida por el sistema universitario, los datos indican que esa partida abarca el 10% del presupuesto de las universidades. “Celebramos este principio de solución, pero alertamos a la ciudadanía que los mismos representan solo el 10% del total del presupuesto universitario. El 90% restante del presupuesto es el salario de quienes trabajamos en las universidades y ello está aún sin solución”, denunció el Frente Sindical de Universidades Nacionales (FSUN) en un comunicado.

Según explicaron desde Conadu, uno de los gremios que integran el frente, en los cinco meses de la actual gestión de gobierno los docentes universitarios acumulan una actualización salarial del 61,4% (incluyendo el 9% anunciado la semana pasada). Mientras tanto, la inflación desde diciembre fue del 122,5% (previendo un 7,5% en mayo, según el REM del BCRA). De acuerdo con datos difundidos por la UBA, desde enero los profesores universitarios perdieron el 42% de su poder adquisitivo.

La semana pasada el Gobierno nacional ofreció al Frente Sindical un 9% de actualización para mayo, que se suma al 16% otorgado en febrero, el 12% en marzo y el 8% en abril. La paritaria se viene reuniendo todos los meses, pero sin acuerdo: el FSUN rechazó las propuestas por considerarlas insuficientes. La reunión de mayo había pasado a un cuarto intermedio hasta el martes 28, cuando el Gobierno reiteró su propuesta y el Frente Sindical anunció el paro para la semana próxima.

Fuentes de la Secretaría de Educación reconocieron que este año el salario de los profesores universitarios tuvo una actualización inferior al aumento en los sueldos de los trabajadores estatales, tras las cifras récord de inflación en diciembre y en los primeros meses del año. Desde el FSUN –que nuclea a los sindicatos Conadu, Conadu Histórica, Fedun, CTERA, Fagdut, UDA y Fatun– advirtieron que “el conflicto universitario sigue abierto”, mientras “más de la mitad de los trabajadores docentes y no docentes se encuentran por debajo de la línea de pobreza”, una situación que “no sucedía hace más de 20 años”.

“Es inaudita la falta de seriedad y la irresponsabilidad de los funcionarios del Gobierno en una negociación tan importante para el normal funcionamiento de las universidades nacionales, como la del salario de los trabajadores docentes. El paro de 48 horas, definido de manera masiva, demuestra el malestar y el enojo de la docencia universitaria de todo el país frente a esta repetida situación de destrato”, afirmó Carlos De Feo.

Los no docentes también

En tanto, el personal no docente de las casas de estudios adelantó que realizará un paro por 48 horas entre el martes 11 y miércoles 12 próximos en caso de que la respuesta de los representantes del gobierno nacional en la reunión paritaria convocada para el próximo 6 de junio fuese negativa en relación a los requerimientos de las trabajadoras y trabajadores no docentes.

De acuerdo a lo resuelto en el marco del 42º Congreso Nacional Ordinario de la Federación Argentina de Trabajadores de Universidades Nacionales (Fatun) que se está realizando en la ciudad cordobesa de Villa Giardino sostiene que la decisión fue unánime y que el paro, en caso de realizarse, será sin asistencia a los lugares de trabajo.

El comunicado sostiene además que, en caso de estirarse la negociación habrá un paro por 72 horas y de no llegarse a ningún acuerdo correrá peligro el comienzo del segundo cuatrimestre luego del receso invernal ya que se prevé un paro por tiempo indeterminado. Todo lo resuelto, dicen los no docentes, “está guiado por el principio básico de nuestra organización: cuando negociamos no paramos, cuando paramos no negociamos.

De esta forma, dicen, “instamos a las autoridades del gobierno nacional a avanzar en la resolución de este conflicto aplazado tantas veces y que significa la pérdida férrea de nuestro poder adquisitivo”.