El asesor legal de la Unión Obrera Metalúrgica de Rosario describió un escenario inédito de recesión con un pronóstico de mayor caída de la actividad por retracción del consumo y dificultad para conseguir insumos. Tratan de minimizar inevitables perjuicios para los trabajadores, eslabón más débil de la cadena productiva

Poco después de que este miércoles se realizaran una audiencia con la UOM en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo de Santa Fe para discutir la situación de la planta Heredia que tiene la empresa Acindar en la ciudad, el programa Apuntes y Resumen dialogó con el asesor legal del gremio metalúrgico, Pablo Cerra, quien aclaró que ese no es ni por lejos el mayor problema que tienen con las industrial del sector asentadas en la región.

Preocupa la situación de Acindar a corto plazo, pero no es hoy la más grave, afirmó el abogado. Al respecto, señaló que en la planta de Rosario se está trabajando. La UOM, dijo, está haciendo un buen trabajo de monitoreo y seguimiento de la situación. El panorama es diferente, contrastó, en otras empresas, porque la actividad en el sector “se desplomó como hace tiempo no se veía”.

Cerra, desde su función, recordó que en la relación entre los dueños de las empresas y los trabajadores, los últimos son los más relegados y los que primero pagan los platos rotos de coyunturas como las actuales.

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Lo que sí se planteó en la audiencia en la cartera laboral es que con el actual nivel de actividad y la tendencia a empeorar no va a quedar otra alternativa que tratar de atenuar probables suspensiones y evitar despidos.

“El panorama es desolador, con una utilización de la capacidad instalada de apenas el 50% y con un escenario que luce visiblemente a la baja”, describió el asesor de la UOM. Y con los trabajadores del sector a muchos de los cuales sus salarios los ubican por debajo de la línea de pobreza.

El contexto es grave también en el plano de las instituciones. Cerra destacó la amenaza que implica la ley Bases que ahora se discute en el Senado, en particular el capítulo del llamado Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI). Si se aprueba, evaluó, terminará sepultada la poca esperanza que queda en una reactivación industrial por la discriminación que hace respecto de las empresas nacionales y la desaparición de la competencia con productos extranjeros por las facilidades aduaneras, cambiarias y fiscales que le ofrece a los grandes capitales para que los importen.

El abogado señaló que, más allá de cualquier consideración ideológica o política, lo que transita la Argentina es un proceso de autodestrucción de la industria y del empleo. No existe en el mundo, explicó, un país con 47 millones de habitantes en el que se pueda generar empleo sin industria.

El cuadro se agravó respecto del año pasado, aclaró, porque a la imposibilidad de conseguir insumos que se arrastra desde la anterior gestión nacional se suma ahora una acentuada caída de la demanda interna. Y eso, detalló, es transversal a todos los sectores, salvo algunos vinculados a Vaca Muerta.

Por último, resaltó como notorio y sorpresivo es la pasividad con la que asumen, incluso los directos perjudicados, trabajadores, la situación de pérdida de empleo.

Integrantes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Rosario tuvieron una audiencia – este miércoles – en la sede local del Ministerio de Trabajo provincial por la situación de la planta Heredia que tiene la empresa Acindar en Rosario

Eel representante legal de la entidad gremial, Pablo Cerra, destacó que “en Rosario la situación es un poco más leve de lo que se está dando en las otras localizaciones de la planta, por suerte los trabajadores están con actividad”.

“No está pasando lo mismo en otras localizaciones de Acindar, pero sí en la planta Heredia de acá de Rosario”, redondeó.

Por su parte, Cerra expuso: “Es una buena noticia para nosotros, sabemos que no es la regla del resto de la actividad, ni tampoco de la empresa, pero por suerte en Rosario se está trabajando”.

“Se están explorando algunas alternativas de medidas de suspensión a tomar en lo venidero porque se sabe que independientemente que se esté trabajando, no hay una actividad a largo plazo”, advirtió el abogado de la UOM Rosario.

Consultado acerca de la situación de las otras plantas de Acindar, indicó que “casi en su totalidad están paradas o por parar”, y añadió que en “el resto de la actividad está muy mal a nivel trabajo”.

“Hoy, aproximadamente, estamos en una cuestión transversal, en un 50 % de ocupación de la capacidad instalada de los trabajadores y hace que estemos por los pasillos del Ministerio todos los días”, manifestó.

En ese contexto Cerra recordó que “hay alrededor de mil puestos de trabajo menos en lo que va del año en el sector metalúrgico”. Asimismo aclaró “No son técnicamente despidos porque justamente la participación gremial hace que evitemos ese instrumento o por lo menos lo filtremos a una negociación o a pasar por el Ministerio”.

Por su lado “A nivel dirigencial se ve con muchísima preocupación el tema del RIGI, si es que sale, porque sería catastrófico para la actividad industrial; la actividad metalúrgica tiene un alto porcentaje de esa actividad industrial y los trabajadores, como en todas las actividades, son el hilo más delgado de las relaciones. Entonces creemos que los que más sufrirían en caso de sancionarse en la Ley Base el capítulo del RIGI”, finalizó.