Leo Ezequiel Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (Enac), trazó un panorama económico en lo que va de la era Milei y opinó que debe haber una masa crítica social para empezar a revertir el cuarto y más grave capítulo neoliberal en el país
Es la cuarta etapa neoliberal en el país, describió Bilanski sobre el Gobierno libertario en comunicación con el programa Apuntes y Resumen. La primera, recordó, fue la de la dictadura cívico militar que actuó, dijo, como “mascarón de proa” de un conjunto de corporaciones que hoy están referenciadas en AEA (Asociación Empresaria Argentina), en el Coloquio de Idea o en el G6 (que reúne a los más poderosos empresarios del comercio, la construcción, la banca y la industria, a la bolsa porteña y a la Rural). Se trata, señaló, de un modelo de emprobrecimiento de la población y fotalecimientos de unas 300 o 400 empresas que manejan los destinos de la Nación.
Lo que busca el actual Gobierno, como sus antecedentes, es desestructurar las cadenas industriales para evitar un proceso productivo estratégico de carácter nacional, siguió Bilanski. Y junto a ello el avance de un sistema financiero que hace de la especulación una economía en sí misma. Eso, avisó, termina con destrucción de pymes, como pasó con la presidencia de Mauricio Macri.
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El referente de Enac recordó que cada vez que uno de estos ciclos neoliberales concluye, deja como lastre una exagerada deuda externa con el FMI que tienen que terminar saldando los gobiernos populares.
Pero Bilanski hizo hincapié en la “angustia” que le provoca una sociedad que no pueda madurar después de las experiencias similares. Que no alcanza a discernir qué política y qué economía elije a la hora de votar. El que triunfó en noviembre pasado, señaló, es el “camino del subdesarrollo”.
Peor que las anteriores
A dferencia del tercer ciclo neoliberal, el de Macri, que recibió un país con salarios mínimos relativamente alto (500 dólares), desendeudado y con una capacidad industrial ocupada en un 63%, en este caso la transición es entre un gobierno de mala performance como el de Alberto Fernández y una gestión “industricida” que puede llevar a la depresión económica con su correlato de un caos social. “Si los que gobiernan son economistas que nunca pagaron un salario –advirtió–, no es mucho lo que se puede esperar”.
La hora de la plantear la alternativa no llegó
Bilanski explicó que los empresarios nacionales tienen una propuesta económica consistente, pero no saldrán en soledad a plantearla hasta que no se haga carne una reflexión por parte de la mayoría que votó y aún tienen esperanzas en el llamado anarco capitalismo. Si eso persiste, indicó, continuarán las rencillas menores que no llevan a ningún lado ni permiten construir una alternativa.
En el momento en que el conjunto de la sociedad llame a cambiar el modelo, por sufrimiento en carne propia de las consecuencias del plan neoliberal, los empresarios nacionales van a salir con su propuesta. Antes no, enfatizó, para que no se interprete el aporte como una imposición.
Sobre el 24 y el ejemplo argentino
“Este 24 demarzo es especial porque llegaron al Gobierno nacional civiles negacionistas”, señaló el presidente de Enac sobre las multitudinarias marchas del domingo. En ese sentido, dijo, la sociedad “tiene un músculo que es al militancia, la participación, y que se encarga de recordar en la calle, no en las redes sociales”.
Rescató que Argentina, ante la violencia institucional del terrorismo de Estado, encontró una fórmula de Memoria, Justicia y Verdad sin venganzas, rencores ni odios. Y aunque hoy haya que avergonzarse como país de los negacionistas que se expresan promovidos por el mismo presidente Javier Milei y su vice Victoria Villarruel, se vé como los jóvenes y chicos se hacen cargo. Eso,calificó, es parecido a un milagro: salir de una etapa de violencia extrema sin más violencia, lo que muy pocos países consiguieron.
