El periodista Mariano Hamilton, coordinar del libro Nunca Más económico, entre otros, trazó una descripción del actual modelo de ajuste y la forma en que lo ejecuta el presidente autodefinido como anarco-capitalista
Iniciado en el periodismo deportivo, cocreador del Diario Olé, editor del sitio web de ESPN y director de la revista El Gráfico, Mariano Hamilton publicó cuatro novelas de ficción, los libros de historia Mejor muertos (con Gisela Marziotta) y Masones argentinos y coordinó el Nunca Más económico, sobre el cual, en diálogo con el programa Apuntes y Resumen, lamentó el fallido pronóstico del título en base a la actualidad económica del país. Sobre ella, y sus paralelismo, lo consultaron.
Para Hamilton, se puede trazar un paralelismo con los ajustes que se llevaron a cabo durante la dictadura, después en el menemismo y luego en el Gobierno de Mauricio Macri y ahora con el dde Javier Milei.
Hay una matriz, argumentó, que remite a la caída del muro de Berlín (el 9 de noviembre de 1989, que marcó el derrumbe del bloque soviético), que se relaciona con el Consenso de Washington (como se engloba al paquete de reformas ortodoxas para países en desarrollo aquejados por crisis financieras que dictaron organismos bajo la órbita geopolítica de Estados Unidos), y las directrices que impone desde hace décadas el FMI. Son comunes a los ajustes que se ejecutan en Argentina, indicó, pero también en otros países.
La nota completa se puede escuchar acá ↓
Cada Gobierno puede aceptar o no esas presiones, aclaró el periodista. Y abundó que normalmente en la Argentina la adcripción a esas recetas se da en gestiones que para simplificar se pueden catalogar como de derecha.
La novedad en el caso actual de la administración de La Libertad Avanza, explicó, es que Milei exagera el cumplimiento profundizando el ajuste más allá de lo que reclama el propio FMI.
Según Hamilton, son más las similitudes del “modelo” libertario con lo sucedido en la década de los 90 que con la dictadura, que con toda su carga de violaciones a los derechos humanos, en el plano económico mostró un perfil más nacionalista y se ensañó menos con las empresas públicas. En todo caso, agregó los militares que arrasaron con la democracia reconocen más similitudes con la concepción que profesa la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Maneja una concepción de la economía basada en la lectura de cuatro o cinco libros de la escuela austríaca, los considera una verdad revelada y en ello se apoya su convicción de que es una suerte de cruzado
A Milei, en cambio, “no le interesa la Argentina ni sus habitantes”, marcó el periodista y columnista: su obsesión es convertirse en un rockstar internacional de la ultraderecha a quien lo llamen para dar conferencias después de finalizar el mandato con el dudoso mérito de ser el único autodefinido anarco-capitalista que llegó a la máxima jefatura de un país. Ni siquiera le interesa terminar su período presidencial.
En la misma línea, evaluó que sólo le interesa causar el mayor daño posible, atento a que se vanagloria de la crueldad con la que se implementan las medidas de ajuste.
Al libertario no le interesa la soberanía nacional, insistió Hamilton. Maneja una concepción de la economía basada en la lectura de cuatro o cinco libros de la escuela austríaca, los considera una verdad revelada y en ello se apoya su convicción de que es una suerte de cruzado.
Sin obviar que Milei llegó a la presidencia por el voto popular y la dictadura mediante un golpe de Estado y una masacre, el autor del Nunca Más económico señaló que el salvajismo del modelo de Milei supera al que diseñaron los militares sobre el mandato de los grandes poderes económicos locales y extranjeros.