Vecinos del Barrio Químico quedaron confinados por emergencia tras el incidente en fábrica de agroquímicos por la propagación de cloruro de celulino, insumo para la fabricación de herbicidas
Las calles del barrio Química, en San Nicolás, fueron testigos este miércoles de tres explosiones que sacudieron la tranquilidad de sus habitantes y desataron una nube tóxica que generó preocupación en la comunidad. Los vecinos, confinados en sus hogares por recomendación de los bomberos, enfrentaron horas de incertidumbre ante lo sucedido en la fábrica de agroquímicos Atanor.
Según las autoridades, las explosiones provocaron la liberación de gases propios del proceso productivo, seguidos por la emanación de gases de combustión debido al incendio que se desató. La situación se tornó aún más inquietante cuando se supo que entre los productos afectados se encontraba cloruro de celulino, utilizado en la fabricación de herbicidas.
Walter Ibarra, ex trabajador de Atanor y activista en defensa del medioambiente, compartió sus preocupaciones y denuncias en diálogo con La Marca de la Almohada. Con trece años de experiencia en la empresa, Ibarra fue delegado general de la planta antes de ser despedido por exponer prácticas ilegales dentro de la firma.
“Las prácticas ilegales iban desde enterrar productos químicos dentro de la fábrica hasta verter efluentes directamente al río los días de lluvia”, declaró Ibarra. “El impacto en la salud de los habitantes del barrio es evidente, con casos de cáncer y enfermedades inexplicables que han afectado a numerosas familias”.
Entre las denuncias de Ibarra se encuentran prácticas como el enterramiento de productos químicos dentro de la fábrica y la liberación directa de efluentes al río en días de lluvia. “En todas las casas del barrio hay enfermos con cáncer, muertos y enfermos”, agregó.
Ibarra también señaló la corrupción judicial que dificultó la persecución de estas denuncias. “Existe mucha corrupción judicial con demora en las causas, fiscales y jueces que se declaran incompetentes, peritos que se venden al mejor postor”, denunció.
Respecto al incidente actual, Ibarra destacó la necesidad de una investigación rigurosa y un manejo transparente de la situación. “Ahora explotó un reactor que contenía cloruro de celulino, que se utiliza para un herbicida”, explicó. “Este químico es un ácido que al haber presencia de lluvia con el agua reaviva el cloruro y se neutraliza con soda cáustica con agua para neutralizar el pH”.
Por último Ibarra sostuvo: “El funcionamiento de esa empresa generó mucho daño a la sociedad. Momentáneamente, hasta que se realicen las pericias correspondientes, Atanor se encuentra cerrado”.