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El déficit baja a costa de recortar gastos, subsidios y paralizar la producción

Es parte del análisis que hizo la economista y diputada nacional de Juntos por la Patria Julia Strada. Para la legisladora se están destinando más recursos a pagar los intereses de la deuda que a hacer frente a las necesidades de la población como son el transporte, la salud, la educación y las jubilaciones. Y avizoró una resistencia activa al brutal ajuste que lleva adelante Javier Milei.

 “La transferencia de ingresos que se dio en los dos primeros meses de este año fue muy fuerte a través de la suba del dólar, la desregulación total de precios y sus correspondientes aumentos, y el programa fiscal que dispuso el gobierno de Javier Milei y que el Fondo Monetario Internacional (FMI) bancó ayer mismo en la reunión que tuvo con el presidente de la Nación”. La afirmación corresponde a la economista y diputada nacional de Juntos por la Patria por la provincia de Santa Fe, Julia Strada, quien dialogó esta mañana con Pablo Feldman en el programa Radioactividad. Además, la legisladora avistó un futuro cercano muy difícil de atravesar para la mayoría de la población.

La legisladora, que integra el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) explicó que “lo que está ocurriendo a nivel económico en el país es una decisión política del presidente Javier Milei y aunque uno podría discutir un montón de fallas macroeconómicas durante el gobierno de Alberto Fernández, que seguramente se hubieran corregido en el caso de que el ministro Sergio Massa hubiera accedido a la presidencia de la Nación, ésto es otra cosa y mucho más grave”.

Al bajar el análisis macroeconómico a la realidad hogareña de cada argentino, Strada dijo que “es como cobrar el sueldo pero no pagar el alquiler, no pagar las expensas, no pagar la luz, no pagar el gas y a fin de mes me pongo contento porque me sobró plata. Pero eso es irreal porque la deuda está y el corte de los servicios tarde o temprano te los van a aplicar. Y en el país está pasando porque gran parte del ajuste que lleva a la baja del déficit se basa en no haber actualizado las jubilaciones con un bono que se correspondiera con los aumentos de la inflación, la quita de subsidios como los destinados al transporte y a servicios como la luz y el gas, el corte de los gastos de capital que se hacen en obras públicas desde el 12 de diciembre y otras partidas que cayeron por el cierre de oficinas u otras áreas del Estado que venían funcionando. Lo cierto es que  los gastos cayeron un 40% real y ahí tenes la explicación de por qué baja el déficit”.

Asimismo, la economista explicó que “en estos meses se destinó más dinero a pagar intereses de deuda que para pagar jubilaciones y eso, medido en términos de inflación interanual de enero a enero que fue del 258% marca una transferencia de recursos enorme. Para pensar ese pago de intereses de deuda tenemos que tener en cuenta la diferencia entre déficit primario y déficit financiero: el primario puede ser perfecto porque te entran 100 pesos y pagas 100, pero después tenés que pagar los intereses de la tarjeta de crédito y esos son los típicos intereses de deuda. Mauricio Macri se fue en 2019 diciendo que tenía déficit cero pero dejó un 3,8% de déficit financiero”.

Respecto a lo que está viviendo el país desde la llegada de Milei a la presidencia, Strada explicó que “los intereses de deuda aumentaron un 26%  en términos reales contra la inflación, es decir que le ganaron 26 puntos a la inflación interanual del 258%. Y todo el resto de las partidas de gastos como jubilaciones, pensiones, obra pública, subsidios al transporte, educación y universidades ente otros cayeron en términos reales entre 30 y 38 puntos por debajo de la inflación. Así las cosas, el gasto de capital contra la inflación quedó 75 puntos abajo y eso también es importante porque implica no hacer puentes, no hacer gasoductos, no arreglar las rutas que provocan accidentes que terminamos pagando más tarde en calidad de vida”.

Para la diputada nacional, “este proceso de pérdida de poder adquisitivo y de tal magnitud se da por primera vez en tan poco tiempo desde la crisis de 1989. Algunos sostienen que ya habíamos perdido con Macri, pero en ese momento fueron 20 puntos entre 2018 y 2019. Y ahora los salarios públicos y privados registrados perdieron un 18,5% entre diciembre y enero mientras el Salario Mínimo Vital y Móvil cayó un 29,6% en esos dos meses y más allá del aumento decretado esta semana, teniendo la perspectiva inflacionaria se espera una caída de otros 26% de acá a julio. Ese es el contexto en el que vivimos”.

Respecto a sus expectativas para los próximos meses, Strada sostuvo: “Nuestra historia como pueblo argentino nos lleva a pensar que habrá una resistencia activa a este brutal ajuste. Pero hay una realidad y es que la inflación, tras una suba importante que tendrá en marzo, es posible que tienda a la baja por la gran recesión que se está produciendo y la parálisis de la actividad económica. En este aspecto hay que recordar lo que pasó en los 90 porque después de la hiperinflación que se llevó puesto al gobierno de Raúl Alfonsín, la gente que mantuvo su trabajo y siguió dentro del sistema sintió que estaba gozando de una mejoría porque la inflación bajaba. Pero esa gente se disoció rápidamente de otro sector de la sociedad, como aquellos que perdieron el trabajo o los que ahora son monotributistas y facturan pero cobran cuando puede, algo que yo veo posible de repetirse ahora”.

Finalmente, Strada explicó que “al proceso de baja de la inflación hay que darle mucha importancia porque puede generar situaciones o experiencias de vida que distorsionen el futuro y que la gente no vea la parálisis económica a la que nos conduce. No vamos a desmentir que estamos en una crisis de deuda que va a requerir una reforma estructural muy profunda o taparla mediante un atajo como es la dolarización, algo que para mí hoy es imposible porque no hay más de 8 mil millones de dólares en el Banco Central y eso es un número negativo en relación a lo que se debe. Además, generar una apreciación cambiaria sin dolarizar como hizo Macri  en 2017, es decir planchar un poco el dólar hasta recaudar con la cosecha de abril/mayo, será un espejismo que durará muy poco”.