Aquellas boletas que vencen en marzo próximo tendrán un 190% de incremento y otro 52% se sumará en mayo. El gerente de Relaciones Institucionales de Aguas Santafesinas, Guillermo Lanfranco, explicó que las tarifas quedaron atrasadas después de las dos devaluaciones aplicadas por el gobierno de Alberto Fernández después de las PASO y el de Javier Milei apenas asumió. También dijo que la mayor parte de los insumos de la empresa se pagan en dólares y que aún así, las facturas siguen con un alto nivel de subsidio del Estado.
Los vecinos rosarinos que están recibiendo las facturas de Aguas Santafesinas se sorprenden por el fuerte incremento que las mismas muestran con respecto a los períodos anteriores. En ese marco el licenciado Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Institucionales de la empresa sostuvo que “el aumento se basa en el profundo atraso tarifario que tenía el servicio y que debe ser corregido”, aunque aclaró que así y todo el mismo “seguirá siendo uno de los más bajos del país”.
“La gestión de gobierno anterior había solicitado una modificación tarifaria en noviembre del 138% que no incluía la devaluación post PASO que realizó el entonces ministro de Economía Sergio Massa y la que aplicó la actual gestión nacional de Javier Milei que ascendió al 118%. Entonces, las nuevas autoridades de la empresa dijeron que aquel 138% no alcanzaba para brindar el servicio y a principio de febrero, por decisión del Ministerio de Obras Públicas de la provincia se dispuso un aumento del 190 % que se aplicará en las facturas que vencerán en marzo y un 52% que regirá desde mayo. Eso suena elevado _dijo Lanfranco en La Marca de la Almohada_ pero en algún punto se relativiza cuando tenemos el valor de la tarifa que sigue siendo uno de los más bajos del país. Lo cierto es que en junio, el promedio de las facturas rondará unos 11.500 pesos bimestrales”.
El funcionario de ASSA dijo que “es muy difícil calcular el promedio que pagará cada vecino porque el costo de las facturas depende de muchos factores porque nosotros, como empresa, fabricamos y distribuimos el producto, además tenemos dos servicios que son el de agua y el de cloacas depende la zona o el barrio, y en Rosario tenemos un sector con desagües pluviales, todos elementos que hacen a la diferenciación de las tarifas de cada casa. A eso hay que sumarle que no todos los vecinos tienen medidores y todavía hay quienes pagan por los metros cuadrados que tiene su propiedad y no por los metros cúbicos consumidos”.
Lo que hay que tener en cuenta, dijo Lanfranco, “es que sigue siendo un servicio subsidiado y que lo que paga el vecino no es el total del costo de la factura. Hoy el subsidio, antes de los aumentos que se producirán, es del 90%. Es decir que de cada 10 pesos que se pagan 9 lo pone el Estado provincial. Ahora la ecuación se modificará y la factura estará subsidiada en un 70%”.
Finalmente, el funcionario explicó que los incrementos tienen que analizarse pensando que “durante la pandemia las tarifas estuvieron congeladas y los insumos que tenemos se pagan en dólares, como las cañerías que hay que reemplazar y el sulfato que es indispensable para potabilizar el agua, por lo que cualquier modificación devaluatoria que tenemos nos afecta directamente en los costos operativos”.