El titular del Bloque Justicialista del Palcio Vasallo, Lisandro Cavatorta, elevó un pedido de informes para saber por qué los uniformados destinados al Plan Bandera, lanzado en diciembre pasado, ya no se ven en las calles de los barrios de la ciudad. Sostuvo que fueron llevados a Buenos Aires para aplicar el protocolo de Seguridad durante el debate de la Ley Ómnibus y no volvieron. La dura realidad que se vive en los barrios
“Queremos saber qué pasó con las fuerzas federales que el gobierno nacional había comprometido enviar a Rosario en el tan publicitado Plan Bandera del pasado mes de diciembre y que ahora no se ven en las calles de los barrios”. El reclamo lo hizo el presidente del bloque Justicialista del Concejo Municipal, Lisandro Cavatorta, al comprobar la ausencia de uniformados en los barrios más conflictivos de la ciudad.
En diálogo con La Marca de la Almohada, Cavatorta explicó que el pedio de informes hecho para que el intendente eleve a las autoridades de Seguridad tiene tres puntos básicos. En primer lugar “nosotros tenemos la información de que retiraron uniformados de los barrios para llevarlos a la Ciudad Aurtónoma de Bunos Aires (CABA) para reforzar el operativo en el marco del debate de la Ley Ómnibus y esos uniformados, una vez que el debate terminó no regresaron a Rosario”.
Al respecto el concejal dijo que estuvo junto a sus pares de bloqu en los barrios “y comprobamos que en sectores como Larrea, Alvear, Empalme, Ludueña y Tablada no se ven uniformados desde el tratamieto de la ley en el Congreso de la Nación y en los últimos 10 o 15 días los vecinos dicen no haber visto personal, salvo en algunos controles esporádicos en las avenidas principales que surcan esos barrios”.
En segundo, dijo el edil justicialista, “todos tenemos el dato de que el presidente Javier Milei se peleó con los gobernadores la semana pasada por la caída de la Ley Ómnibus y los acusó de corruptos y traidores. Como consecuencia de ello al otro día nos quitó a las provincias el subsidio al transporte y el Fondo Nacinal de Incentivo Docente (FONID) que puso en jaque el inicio de las clases en las provincias. Este es un dato de la realidad, concreto. Entonces, en el marco de ese enojo queremos saber si no nos quitó también las fuerzas federales que se habían enviado”.
Y tercero, dijo Cavatorta, “la retirada de las fuerzas federales coincidió con las manifestaciones que se dieron en el Congreso Nacional para aplicar en forma desproporcionada el Protocolo de Seguridad impuesto por la ministra Patricia Bullrich, cuando se vieron cuatro veces más uniformados que manifestantes. Por eso estamos preguntando cuántos uniformados federales había el año pasado en la ciudad, lo que yo mismo le pregunte en persona al entonces ministro Aníbal Fernández, y cuántos hay ahora”.
Los operativos conjuntos entre las fuerzas provinciales y nacionales que se iban a implementar en el marco del Plan Bandera con un Comando Conjunto “no se si se está realizando, no se sabe si se han hecho reuniones o se ha planificado algo en lo que va del año _agregó Cavatorta_ aunque el dato que tenemos es que ese Comando está paralizado. Las fuerzas federales están trabajando en Rosario con más o menos intensidad desde hace tres años aunque con muy poca eficiencia porque la violencia y el delito no muestran marcas de descenso”.
Respecto a su recorrida por los barrio de la ciudad, el edil dijo que “el primer pedido de los vecinos es la presencia efectiva del Estado, no sólo con patrulleros o uniformados sino también con el abastecimiento a los comedores que se ha cortado desde la Nación y en los cuales cada vez son más las personas que concurren. Por esos hoy, a la violencia que ya es cotidiana en esos sectores de la ciudad que hace que a partir de las 5 o 6 de la tarde haya zonas en las cuales los vecinos ya no pueden ni caminar porque las calles son tomadas por las organizaciones delictivas, ahora se suma el hambre. Han empezado a crecer las necesidades en los comedores y eso necesita una rápida atención”.
Finalmente, el concejal explicó que otra realidad que se palpa en los barrios humildes es que “se cayeron las changas, lo que para algunas familias colaboraba con la Asignación Universal por Hijo o el Plan Alimentar. Hoy no existen más esas changas porque la falta de dinero lleva a que nadie le pida a nadie que le corte el pasto, le pinte una pared o haga algún arreglito en su casa, lo que agrava la situación social”.