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Se cumplen 27 años del asesinato de José Luis Cabezas

El fotoperiodista que se desempeñaba en la revista Noticias, se animó a exponer a Alfredo Yabrán y apareció en un auto incinerado, con dos heridas de bala en la cabeza en General Madariaga

Hoy se conmemoran 27 años desde el asesinato de José Luis Cabezas, el fotoperiodista que había expuesto al empresario Alfredo Yabrán. Su cuerpo fue encontrado con dos heridas de bala en la cabeza, dentro de un auto incinerado.

El asesinato del fotoperiodista José Luis Cabezas (1961-1997) generó conmoción a nivel nacional e internacional. “Lo mataron por su trabajo como fotógrafo”. Así lo consignó el juez de Dolores, José Luis Macchi, al indicar el motivo que llevó al empresario Alfredo Yabrán (1944-1998) a ordenar el crimen del fotógrafo de la revista Noticias.

Un año antes de su muerte, Cabezas había logrado fotografiar a Yabrán, propietario de OCA, quien luego se suicidó en mayo de 1998 en Entre Ríos, tras dictarse una orden de detención en su contra por su supuesta participación intelectual en el asesinato.

La noche del crimen, Cabezas cubría un evento en la casa del empresario postal Oscar Andreani en Pinamar. Al abandonar la fiesta, fue interceptado por la banda liderada por Gustavo Prellezo, un oficial de la Policía Bonaerense. Su auto fue encontrado en General Madariaga, donde yacía su cuerpo calcinado, con las manos esposadas y dos disparos en su cabeza.

El Sindicato de Prensa Rosario emitió un comunicado en el que reflexionó sobre la importancia del periodismo en la sociedad actual y denunció las nuevas formas de ocultamiento, especialmente la desinformación.

Alzar la cámara, fortalecer la democracia

Veintisiete años nos distancian del brutal asesinato de José Luis Cabezas, el reportero gráfico de la Revista Noticias que mostró el rostro de Alfredo Yabrán, empresario y socio privilegiado del menemismo a quien el anonimato le permitía operar con impunidad. Hoy es más difícil ocultarse, pero eso no tiene como correlato que los detentores del poder estén perdiendo posiciones. Por el contrario, ocultarse ya no parece necesario. En tiempos de redes sociales, donde todo se captura, se exhibe y se replica, la vorágine es tal que, tan pronto como las denuncias aparecen en los medios, son reemplazas por otras noticias, a veces falsas, a veces banales, que conducen a que cualquier asunto de interés público pierda relevancia y sea olvidado de inmediato. La nueva forma de ocultamiento contra la que es preciso luchar es la desinformación.

Asistimos a un marco complejo donde la concentración mediática, que escalaba cuando José Luis Cabezas se desempeñaba como reportero gráfico durante el neoliberalismo de los noventa, se ha profundizado significativamente y donde los avances en las Tecnologías de la Información y Comunicación han permitido no solo alcanzar audiencias específicas con mensajes a medida, sino también manipular y acallar las voces disidentes. Con tal maquinaria, el poder económico, financiero, judicial y mediático ya no necesita esconderse, es más, se expresa libremente sin necesidad de acudir a eufemismos y hace explícita su determinación a no esperar. Busca concretar sus objetivos -vía DNU, Ley Ómnibus o represión- sin importar los obstáculos que se interpongan, aunque lo que tenga en frente sean las mismas instituciones democráticas o los derechos más fundamentales del pueblo.

Cabezas fue un trabajador de prensa que honró su oficio-profesión a partir de su compromiso irrenunciable con la verdad, la que no debe ser socavada ni por la falta de información ni por operaciones de desinformación, que incluyen el negacionismo y los discursos de odio. Recordarlo es, justamente, defender el valor indispensable del trabajo periodístico para garantizar el derecho a la información, entendida como bien público y social. Recordarlo implica, además, sostener que les trabajadorxs de prensa, en particular, y les trabajadorxs en general no vamos a permanecer pasivxs frente a esta ofensiva del poder que viene por todo. Honrar al compañero José Luis Cabezas, a 27 años de su asesinato, significa alzar -con él, por él- la cámara, sostener firmemente la lucha colectiva y apuntar siempre hacia un futuro más justo ¡Cabezas presente!

Acompañanos en el Camarazo, que se realizará hoy a las 12hs, en la Plaza Pringles.