En la reciente movilización conmemorativa del 19 y 20 de diciembre, Claudia Albornoz, referente social, se explayó sobre la situación social y económica, planteando inquietudes sobre el impacto en la clase trabajadora y la respuesta gubernamental con un decretazo
Claudia Albornoz, reconocida referente de La Poderosa, estuvo presente en la reciente movilización que conmemoró los trágicos sucesos del 19 y 20 de diciembre en Buenos Aires en 2001.
La manifestación se llevó a cabo bajo un fuerte dispositivo de seguridad, con policías y gendarmes rodeando a los participantes. Las consignas principales del evento fueron “Contra el plan motosierra” y “Contra el protocolo antipiquetes”. A pesar de momentos de tensión, la marcha transcurrió sin incidentes graves.
Albornoz expresó su preocupación en La Marca de la Almohada respecto a la planificación del gobierno, destacando la coincidencia en el anuncio de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) tras la marcha, recordando el trágico 20 de diciembre y señalando la incorporación de diversas consignas durante los primeros días del gobierno de Javier Milei, que sólo apuntan a destruir la vida de la clase trabajadora y más necesitada.
La referente de La Poderosa hizo hincapié en la situación social, señalando que antes del gobierno de Milei ya existían 10 millones de personas dependientes de comedores populares, y que esta problemática se ha agudizado. La crítica se centró en la falta de una redistribución efectiva y el temor de la población a perder beneficios sociales, lo cual, según Albornoz, se vio reflejado en el despliegue de un operativo de seguridad que comparó con tácticas de la Gestapo durante el nazismo en 1940.
La activista expresó su inquietud acerca del impacto en la clase trabajadora y media, argumentando que la falta de una redistribución justa señala claramente hacia dónde apunta el gobierno. Albornoz denunció el ajuste económico y advirtió que los más pobres serán quienes finalmente paguen las consecuencias.
Y concluyó: “Hay mucha bronca, mucho miedo porque termina llegando, eso afecta a los vecinos y vecinas que temen perder su beneficio social, a la represión, fue brutal el operativo de seguridad en su pose, su armamento. No pasó a mayores porque los que marchamos se abstuvieron de entrar en un conflicto con las fuerzas. Acá pierde la clase trabajadora, la clase media, no hay redistribución, y es clarísimo hacia dónde están apuntando y el ajuste lo vamos a pagar los más pobres”.