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Protocolo antipiquetes: “Hay un ajuste que no pasa sin que haya medidas represivas”

El dirigente de izquierda Octavio Crivario habló en Apuntes y Resumen sobre el protocolo de Bullrich para impedir que se corten calles en un nuevo aniversario del 19 y 20 de diciembre

La visita a Rosario de la nueva ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, despertó la crítica desde diversos sectores, en especial la izquierda, luego de que anunciara el “protocolo antipiquetes” para impedir cortes de calle en lo que será este miércoles una gran jornada de marchas en conmemoración del 19 y 20 de diciembre de 2001. Así lo expresó Octavio Crivaro y dirigente del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), en contacto con Apuntes y Resumen.

“El protocolo de de Bullrich no tiene ningún tipo de entidad legal. Es un protocolo interno de cómo tienen que actuar las fuerzas de seguridad, pero nos lo presentan socialmente como si fuera un mecanismo que tenemos que respetar los trabajadores, los que nos movilicemos porque si no nos matan. Es una cosa para dar miedo, porque el gobierno juega a ir cercenando la posibilidad de movilizarse y tratando de instalar un control medio franquista, absolutamente autoritario de quién se puede movilizar y quién no”, opinó el sociólogo.

En ese camino, para Crivaro se aplica “una doble vara asqueante”, a través de los grandes medios, que consiste en llamar “hombres rudos con las manos callosas que se levantan a las seis de la mañana” a una movilización que impuso la Sociedad Rural en el conflicto de 2008, “mientras desabastecen de leche, cortan la ruta y apuestan abiertamente a que crezca el precio de los alimentos”, pero cuando se trata de desocupados, docentes, trabajadores y organismos de derechos humanos que no quieren permitir que se impida su derecho manifestarse, “ahí aparece el término terroristas que no se pueden movilizar”, disparó.

En esa línea, el dirigente de izquierda entiende que “hay una cosa simbólica y cultural que es tratar de instalar que sí o sí, el que se movilice va a ser reprimido. Todos los trabajadores que saben que van a verse afectados por estas medidas, cada movimiento social que sabe que tiene una campaña de estigmatización permanente simplemente por ser pobres, y los organismos de DDHH que salen igual a la calle, hacen una asamblea o sacan un comunicado de repudio, nos hace dar cuenta que la fuerza de los que estamos en contra del ajuste y sobre todo en contra de que nos impidan movilizarnos es mucho más grande que un gobierno que se nos presenta como un monstruo grande que pisa fuerte, una cosa invencible”.

Por el contrario, el excandidato del FIT cree que “hay un montón de motivos para que la gente que ya empiece a juntar, no te digo bronca, pero si decepción y desazón, porque es un gobierno que mintió en la campaña electoral y eso implica que haya más motivos para que una marcha sea legítima”. Por eso, entiende que “el derecho a manifestarse es absolutamente central hoy, yo creo que hay un ajuste que no pasa sin que se acepten las medidas represivas”, resumió.

Así, definió que la responsabilidad de los actores sociales “es decir nosotros no vamos a permitir que pase ni el ajuste ni que un gobierno se atribuya el derecho napoleónico de decidir quién se manifiesta y quién no, ni Bullrich ni Milei”. En ese sentido, afirmó que no les tiene temor, y sostuvo que “los trabajadores, los movimientos sociales, los organismos y los sectores medios que tienen un pequeño comercio y se rompen el lomo todos los días para lograr unos mangos y encima los van a matar con un tarifazo, tenemos que estar en la calle para defender los derechos económicos y también nuestros derechos civiles y democráticos de poder manifestarnos. Es un gobierno de ricos para los ricos, y eso es lo que tenemos que decir este 20 de diciembre, que no es una jornada de efemérides más”, concluyó.