Un grupo de investigación de la UNSAM desarrolla tecnología para la inclusión digital que permite a usuarios con discapacidad motriz poder realizar tareas de la vida cotidiana que requieren el uso de un celular
Investigadores y estudiantes de la carrera de Ingeniería Biomédica de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) desarrollaron un dispositivo que facilita el uso de pantallas táctiles a personas con motricidad fina reducida. El proyecto fue bautizado como IMA (interfaz mecánica asistiva) y consiste en seis botones del tamaño de un mouse que permite a usuarios con discapacidad motriz poder realizar tareas de la vida cotidiana que requieren el uso de un celular. Ya tienen un prototipo funcional y continúan realizando pruebas para optimizarlo.
La médica Daniela Andrés, doctora en ciencias exactas de la UBA y quien dirige el laboratorio Laboratorio de Neuroingeniería (LabNIng) de la UNSAM que desarrolló la investigación, explicó al programa ABC que el IMA “funciona como un mouse y más digamos, se lo puede pensar como un teclado o un control remoto, porque en realidad es una interfaz que permite a las personas con dificultades en la motricidad fina operar pantallas táctiles”.
La investigadora contó que su grupo se encontró con esta necesidad al desarrollar apps: “En un momento, algunos pacientes de patologías neurológicas nos dijeron que las aplicaciones móviles son muy bonitas, pero no las pueden usar porque requiere manipular pantallas táctiles y no pueden controlar bien la presión que ejercen con la mano. Son personas que posiblemente no tienen ningún problema cognitivo, que se pueden acercar perfectamente a las funciones de un dispositivo móvil, pero que no lo pueden usar por alguna cuestión mecánica, por lo que nos pidieron esta interfaz para poder hacer trámites o mandar mensajes”, relató.
El dispositivo tiene seis botones que permiten realizar todas las funciones. “En realidad se pueden usar uno, dos o los seis para tener todas las funciones completas. Con uno o dos, por ejemplo, podríamos prender y apagar un video, pasar una una página de un libro. Si tenemos los seis, apretando cada uno tenemos las cuatro funciones de subir, bajar, derecha, izquierda para posicionarnos en la pantalla y después tenemos los que hacen click. Entonces podemos entrar y salir de aplicaciones y usar todo, ya sea una computadora, un celular o una tablet”.
Respecto a la etapa de desarrollo, dijo que ya tienen un prototipo funcionando: “Lo bueno de esto es que lo hacemos con los pacientes, con lo cual ya lo han probado. En realidad nos asisten ellos, hacemos lo que se llama codiseño, así que sabemos que nuestro prototipo está bastante cerca de ser lo que tendría que salir al mercado. Pero todavía estamos un poquito lejos para eso”, admitió.
En tanto, habló de la utilidad de la ingeniería biomédica: “Es un área interdisciplinaria por definición. Hace unas décadas atrás tal vez no estaba tan difundido. Yo por ejemplo soy médica, no soy ingeniera y algunos de los profesores o de las personas que fueron fundando las carreras en distintos países eran ingenieros de otras ramas, como electrónicos. Así se fue desarrollando lo que es la Ingeniería Biomédica o Bioingeniería, que es todavía más amplia, porque incluye muchísimas cosas”, cerró.