Según el informe de la Usina de Datos de la UNR los principales aumentos provienen de verduras y hortalizas con un 43,4%, seguido por frutas con un 31,1%, y carnes con un 19,6%. En términos interanuales, el costo de la Canasta Básica Alimentaria experimentó un incremento del 235,8%
La Canasta Básica Alimentaria en la ciudad de Rosario experimentó un preocupante aumento del 19% en el mes de noviembre, según el último relevamiento realizado por la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Este incremento coloca a una familia promedio, compuesta por dos adultos y dos niños, en la necesidad de destinar la suma de $219.338 para cubrir sus necesidades alimentarias básicas, superando así la línea de indigencia.
El informe revela que las principales contribuciones a este aumento provienen de los sectores de verduras y hortalizas con un 43,4%, seguido por frutas con un 31,1%, y carnes con un 19,6%. En términos interanuales, el costo de la Canasta Básica Alimentaria experimentó un incremento del 235,8% con respecto al mismo mes del año anterior.
Paula Durán, coordinadora de la Usina de Datos de la UNR, compartió sus observaciones en entrevista con La Marca de la Almohada. En ese sentido explicó: “El porcentaje de aumentos que arrojó noviembre es del 19%. Los rubros de más incrementos son verduras, carnes, frutas y lácteos. La canasta básica alimentaria mide el umbral mínimo de satisfacción en materia de calorías para que una persona pueda alimentarse”.
Durán explicó que tras una desaceleración en septiembre (18,9%) y octubre (9,5%), se interrumpió esa tendencia con el nuevo incremento del 19% en noviembre. La experta señaló, “Una familia necesita más de 220.000 pesos solo para alimentarse, no se contempla la energía para cocinar los alimentos. Ni otros rubros que se necesitan para vivir, como el gasto de alquiler, ropa, calzado, y servicios como internet, agua, luz o gas”.
En este sentido, Durán subrayó, “La forma de medir la pobreza parte del consumo de alimentos. La canasta básica alimentaria representa el conjunto de alimentos que necesita una persona para satisfacer sus requerimientos nutricionales mínimos, teniendo en cuenta componentes normativos y hábitos de consumo”.