Eduardo Taboada, secretario general de Amra, explicó las razones de la medida de fuerza de 24 horas que tuvo lugar este jueves en toda la provincia. Reclamos por salario, categorías y seguridad, entre los motivos
Este jueves 30 de noviembre la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra) convocó a un paro de 24 horas en centros de salud y hospitales provinciales de Santa Fe con guardias mínimas y atención de emergencias. El reclamo apareció ante la falta de respuestas económicas por parte del gobierno de la Provincia a falta de una semana para que se termine su mandato. Eduardo Taboada, secretario general del gremio, habló con La Marca de la Almohada sobre la medida.
“En julio, la paritaria que se estaba reuniendo para discutir el segundo semestre, se pasó para después de las elecciones. Esto se debe a que era difícil encontrar a los funcionarios, porque todos estaban haciendo campaña. Accedimos, pero desde entonces nunca más nos citaron. No acordamos nada, nos pagaron como al resto del personal administrativo, y quedaron dos o tres cositas pendientes que quedaron en el tintero”, explicó.
Como había cláusula gatillo, Taboada dijo que no hicieron demasiado ruido, pero como se dispara cada dos meses, eso va generando un atraso. Además, en el medio tuvieron la discusión por la seguridad, con el asesinato del policía del destacamento del Hospital Provincial de Rosario. Y también algunos cambios de escalafón que deben darse por ley.
Ante todo esto, no han tenido respuesta. “Este es un paro al gobierno que se va. A este gobierno Omar Perotti le quedan exactamente cinco días hábiles. Por ejemplo, la ministra (de Salud, Sonia Martorano) el miércoles firmó como diputada provincial. Esto se maneja desde Economía. Nos citaron a la conciliación, pero no fuimos porque nos toman el pelo, se supone que es para buscar soluciones pero después no dialogan”, apuntó.
Respecto de la designada como nueva ministra de Salud, Silvia Ciancio. “Fue diputada provincial, es del grupo de Lisandro Enrico. Y conocemos a la viceministra, Andrea Uboldi, que es una técnica que conoce mucho del tema. Pero pasada la pandemia, la cuestión no es lo técnico sino lo habitual. Qué se piensa hacer con el recurso humano, condiciones de trabajo y salario. Los pases a planta. Son todas incógnitas”, admitió.
Puntualmente sobre la cuestión de seguridad, dijo que “nosotros entendemos que el preso debe atenderse en un lugar específico, y no mezclado con el paciente común, salvo una cirugía. No hay que cambiarlo de hospital, sino tener un lugar en el que solo se los atienda a ellos. El Cullen de Santa Fe, por ejemplo, tiene un ingreso aparte”.
En ese sentido, detalló que “una cosa es la seguridad del trabajador, que venga alguien enojado y nos pegue o rompa algo, y otra cosa es esta cuestión delictiva, de otro nivel, producto de tener gente que está encerrada y busca escapar. Este es un problema penitenciario”, cerró.