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Alejandro Vila y Diego de Mendoza ganaron el Konex de Platino

Ambos profesionales, surgidos de la Universidad Nacional de Rosario, se desempeñan en el IBR-Conicet. Vila agradeció con un discurso en el cual dijo “elegir la libertad que nos dan la salud y la educación pública” en momentos en que la palabra libertad es mal utilizada

Los investigadores científicos del Conicet Rosario, Diego de Mendoza y Alejandro Vila, recibieron el Premio Konex de platino en la categoría Bioquímica y Biología Molecular y Celular. Ambos desarrollan sus tareas en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario.

La edición 2023 tuvo como eje principal destacar a los expertos y los proyectos más sobresalientes en el campo de la ciencia y la tecnología por su trayectoria en la última década. La máxima distinción, el Premio Konex de Brillante, fue para la doctora en Ciencias Biológicas Sandra Díaz y al doctor en Ciencias Químicas Gabriel Rabinovich. Díaz, por su trabajo innovador en biodiversidad funcional vegetal; y Rabinovich por sus avances en inmunología que han impulsado terapias revolucionarias contra el cáncer y enfermedades autoinmunes.

En la categoría Bioquímica y Biología Molecular y Celular, entre el quinteto de candidatos se impusieron Diego de Mendoza, que es Doctor en Ciencias Bioquímicas (UNT) e investiga sobre propiedades de lípidos y su impacto en la biología celular y la fisiología; y para Alejandro Vila, que es Licenciado y Doctor en Química (UNR), pionero en el uso de resonancia magnética nuclear en biología estructural en Argentina y líder en resistencia a antibióticos mediada por metalo-ß-lactamasas.

La entrega de los premios estuvo muy cargada por el momento del país y el balotaje del 19 de noviembre, algo más que justificado tratándose la ciencia y tecnología de un sector que ha sido abiertamente descalificado por el candidato Javier Milei, quien pretende cerrar el Conicet, arancelar las universidades e introducir sistemas de privatización por medio de entrega de voucher para educación y salud pública.

Casi sin excepciones, cada uno de los premiados aludió de formas más o menos directas al tema cuando le tocó hacer uso de la palabra, con permanentes agradecimientos y testimonios de haber llegado a donde están gracias a la educación pública y el sistema nacional científico tecnológico, así como el valor que tiene para el desarrollo del país.

A su turno, Vila hizo un sentido un discurso que fue de los más aplaudidos de la tarde: “Hoy, en tiempos que se vocifera la palabra libertad, elijo abrazar con la mayor dulzura posible la libertad que nos dan la educación y la salud pública. La libertad de igualdad de oportunidades. La libertad de pensar y vivir en diversidad. La libertad de una sociedad solidaria, La libertad que nos da la memoria, que nos da la ciencia para tener un país generoso, inclusivo y democrático, Estas libertades no las negocio ni las cambio”.

Un instante antes, Diego De Mendoza había dicho: “Quisiera instar a los responsables de las políticas científicas a no guiarse sólo por la utilidad de la investigación. La historia ha probado que los descubrimientos de la investigación fundamental dan lugar a retornos en forma de beneficios para la sociedad toda y también a ingresos provenientes de su actividad económica”.

Tanto Vila como De Mendoza se formaron en Argentina, completaron su capacitación en el exterior y regresaron a la Argentina a seguir su carrera científica.

Cada diez años, el premio de la Fundación Konex está dedicado a la ciencia y tecnología. En la anterior entrega, en 2013, ya había sido distinguido Vila, junto con Néstor Carrillo, Teodoro Kaufman, Ernesto Mata y Alejandro Olivieri, todos destacados investigadores del IBR.