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Maffia sobre Milei: “Las mujeres no queremos ni violencia ni insultos”

A 40 años del retorno de la democracia, la filósofa feminista hizo un análisis de la situación actual y la irrupción de La Libertad Avanza, a cuyo candidato acusó de ejercer una “hostilidad explícita”. “Esta elección la definimos las mujeres”, dijo sobre el voto femenino a Massa

A 40 años del retorno de la democracia, al cumplirse este 30 de octubre el aniversario del triunfo de Raúl Alfonsín en las primeras elecciones presidenciales de 1983 tras 7 años de dictadura, el escenario que parecía tan solidificado en términos institucionales vuelve a ponerse en juego en estos comicios con la irrupción de Javier Milei. Diana Maffia, investigadora, doctora en Filosofía y feminista dialogó con Apuntes y Resumen y pensó ese escenario y el actual, en clave de género y también desde el análisis filosófico y sociológico.

“Yo tengo 70 años, así que tengo el privilegio de tener muy presente lo que fue ese 30 de octubre y lo que lo precedió. Es decir, todo el trabajo que sobre todo durante el final de la dictadura se hizo dentro del movimiento de mujeres. Pero en general, también en los espacios donde discutíamos, en mi caso en la Sociedad Argentina de Análisis Filosófico, participamos muy activamente preparando ese retorno de la democracia”, contó.

Según Maffia, se trató de una votación indecisa, que fue difícil de predecir y quizás tomó por sorpresa hasta al propio Alfonsín: “Ocurrió algo interesante en esa elección, y es que por primera vez el voto de las mujeres se apartó del de los varones. Siempre, desde que se puso en funciones el voto femenino en 1951, las mujeres y los varones votaban prácticamente lo mismo. Y se entendía que las mujeres votaban lo que decían los varones de la casa. Pero en 1983 ocurrió una divergencia notable, que fue la que le dio el triunfo a Alfonsín”, recordó.

Para la filósofa, eso tuvo que ver “con que las mujeres entrenamos mucho más nuestras herramientas, como ocurre en cualquier sistema en el que grupos nuevos ingresan a la democracia y comienzan a a hacer sus pedidos y sus demandas y a construir su ciudadanía. Lo hicimos desde el movimiento de mujeres, porque si bien todavía estábamos en estado de sitio, encontrábamos formas de comunicarnos, de hacer alianzas, de encontrarnos”, citó.

De hecho, apuntó que “la primera salida después de la asunción del gobierno de Alfonsín en un espacio público masivo, fue el 8 de marzo de 1984. Con el modelo, por supuesto, de las madres y las abuelas de Plaza de Mayo, el tomar la plaza. Para las mujeres fue muy significativo y fue el primer grupo que se animó a hacerlo después de 7 años de estado de sitio”, rememoró con orgullo.

En tanto, como contraste se refirió el momento actual: “Puedo medir la tremenda degradación de las formas de la política. Pienso en alguien joven, me identifico con alguien que haya nacido ya en democracia, donde la palabra democracia significa este entorno muy degradado. Eso explica algunas conductas cuyo resultado nos parece temible, doloroso, pero tiene su explicación”.

En ese sentido, apuntó al gran porcentaje de voto femenino que recibió Sergio Massa: “Esta elección la definimos las mujeres. Afortunadamente las posiciones más reaccionarias, en particular de Milei, lo que hace es degradar todos los los avances que han habido en derechos humanos, sobre todo en las mujeres y las diversidades, en las que el feminismo ha estado muy comprometido”, opinó.

“El propio feminismo se considera como algo como algo negativo y como la causa por la cual muchos jóvenes que no encuentran maneras de contactarse. Lo culpan por su frustración en los vínculos, en los modos de comunicación. Cambiaron las reglas de intercambio, y alguna gente no se enteró y fracasa, como pasa en cualquier entorno social”, explicó.

Por último, refirió que en la Libertad Avanza “hay mucha hostilidad explícita, insultante, soez. Las metáforas de violencia sexual son permanentes por parte de su principal candidato. Y eso, por supuesto, genera un un resultado, y es que las mujeres no queremos ni violencia ni insultos. Hemos trabajado mucho para que ese no sea ni el sistema social ni las relaciones interpersonales, íntimas, laborales, de ninguna índole”, cerró.