El fin de semana sufrió otra entrada de delincuentes. Perdieron electrodomésticos, grifería y mercadería del buffet. Según las cámaras, siempre es la misma persona pero la respuesta policial brilla por su ausencia
En los últimos nueve meses ya robaron tres veces el Club Saladillo, ubicado en Arijón 159, en la zona sur de la ciudad. La histórica entidad fundada en 1910, uno de los 32 centenarios de Rosario, también está en el ranking entre los clubes de barrios más asaltados. El último hecho fue el fin de semana. Esta vez rompieron la alarma de secretaría y la dejaron sonando, pero eso no impidió que se alzaran con una notebook, un matafuego, dos televisores, estabilizadores, mercadería y utensilios del buffet.
La denuncia fue radicada, una vez más, por los directivos en la comisaría 15ª. En tanto los vecinos, como siempre, compartieron sus cámaras y aseguran que siempre, en cada atraco, se ve al mismo hombre, con barba y capucha que ingresa por calle Serrano y después se va hacia parque Sur, seguramente con otras personas. Pero la respuesta policial fue, como de costumbre, desganada y bucólica.
La entidad tiene más de 700 socios, entre niños, jóvenes y adultos. Es una sede de tres canchas: una al aire libre semitechada por ser patrimonio histórico, una techada con piso de parquet y tribunas y otra canchita auxiliar; vestuarios, baño y buffet, más un camping con pileta que se usa solo en verano porque tiene rota la caldera, y parrilleros. Un lugar donde las escuelas del barrio (Víctor Mercante, Juramento a la Bandera, Nº 649 y Centro Educativo Vida) practican educación física y esos chicos se suman a los socios quienes con más de diez profesores realizan múltiples prácticas deportivas: vóley, básquet, acrobacia en tela, gimnasia artística y patín.
En el primer robo de diciembre perdieron 6 inodoros y 5 canillas de los baños, que al otro día hubo que reponer o quedaba sin actividad el club. Luego vino el segundo robo: rompieron las cerraduras y se llevaron el televisor y mercadería del buffet, que ya padeció robos hormiga de guirnaldas y reflectores: todo durante la madrugada. Ahora se llevaron electrodomésticos y utensilios.
“El año pasado, tras el primer robo, hicimos un baile para recaudar dinero y levantamos una pared para asegurar el ingreso al club, pero nos faltaría cubrir más un portón. No es fácil en estos tiempo recaudar: tenemos rejas, alarma, ahora renovarla nos costará mucho“, lamentó la secretaria, Mayra Mercatante, aunque aclaró que la entidad recibió 320 mil pesos desde el municipio y la provincia que se invirtieron en iluminación para las canchas. Durante la campaña, al club se acercaron concejales y legisladores provinciales. Mercatante dice que aspiran a que se refuerce la seguridad con más patrullaje. “Nosotros no podemos pagar un sereno, hasta la alarma habíamos llegado, pero ni eso resultó”, dijo la secretaria, que con el resto de la comisión ya se arremangaron y pusieron manos a la obra para volver a recuperar lo perdido.