La abogada defensora, Gabriela Durruty destacó la relevancia de la inclusión de casos de menores como víctimas en la causa, tras darse por finalizados los alegatos de los 16 acusados
En un clima de expectación y agitación, la jornada de cierre de alegatos en la Causa Guerrieri IV llegó a su fin, y marcó un paso crucial en la búsqueda de justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar en Argentina.
Después de un año de juicio, las defensas de los 16 acusados en la Causa Guerrieri IV concluyeron sus alegatos, un paso crucial que allana el camino para el veredicto final. El Tribunal Oral Federal número 1, encargado del caso, tiene programado dar a conocer la sentencia el próximo lunes. Para muchos, esta decisión trasciende el ámbito legal, ya que simboliza un capítulo más en la búsqueda de justicia y verdad en un país que fue ejemplo en el mundo en la lucha contra los crímenes de lesa humanidad.
En un punto importante por la lucha por la justicia en Argentina, la Causa Guerrieri IV se acerca a su veredicto final. Con el cierre de los alegatos de las defensas de los 16 acusados, ahora se espera por una decisión histórica que podría marcar un hito en la búsqueda de la verdad y la reconciliación. En medio de esta tensa espera, las declaraciones de Gabriela Durruty en La Marca de la Almohada, abogada defensora de víctimas de delitos de lesa humanidad, ampliaron el análisis sobre el panorama y la importancia de este caso emblemático.
“Esta causa investiga el accionar de la patota del ejército. Esta IV elevación es la más grande de todas y tiene la particularidad de haber sumado un nuevo centro clandestino en Funes, en un terreno perteneciente a la iglesia”, enfatizó Durruty.
En ese sentido, la abogada señaló la magnitud de la investigación. El descubrimiento de un nuevo centro clandestino subrayó la profundidad de los crímenes cometidos y la necesidad de abordarlos con la máxima seriedad.
Uno de los aspectos notables de esta causa es la inclusión de casos de menores como víctimas. Durruty explicó: “Esto es muy importante porque si no se hace así se debería iniciar un nuevo juicio con las demoras que eso implica”. La abogada resaltó la relevancia de esta decisión, que representa un paso crucial hacia la justicia integral. Los crímenes contra los niños, como lo señaló Durruty, no solo deben ser reconocidos, sino que también deben ser procesados dentro del mismo juicio para evitar demoras innecesarias en la búsqueda de responsabilidad y verdad.
Además, Durruty destacó la excepcionalidad de este juicio al involucrar a un policía provincial y a un policía federal en el banquillo de los acusados. “Esto fue muy importante ya que no es algo usual en estos juicios. Esperamos que también se consigan condenas para estos acusados”, subrayó. La inclusión de representantes de las fuerzas de seguridad en el proceso judicial subraya la amplitud de los crímenes cometidos durante la dictadura y la necesidad de rendir cuentas a todos los niveles de complicidad.