El secretario de Salud en uso de licencia y candidato a concejal, repasó en Apuntes y Resumen la propuesta para la atención médica que plantea el candidato presidencial de La Libertad Avanza
El secretario de salud en uso de licencia y candidato a concejal por el Frente Amplio por la Soberanía, Leonardo Caruana, abordó en Apuntes y Resumen la propuesta de vouchers que exhibe el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, para áreas como la educación y la atención médica.
“Lo que esconde esa propuesta es que la salud dejar de ser un bien social donde el Estado tiene una responsabilidad en el cuidado, para ser un bien de mercado, una mercancía. Y allí, de acuerdo a la capacidad de pago de las personas, va a ser el acceso”, alertó en diálogo con Apuntes y Resumen el funcionario y candidato.
Caruana recordó que durante la presidencia de Mauricio Macri hubo un intento semejante con la llamada cobertura universal de la salud, que finalmente no tuvo el apoyo para ser implementada. “Esto es como aquello, pero mucho más exagerado y catastrófico, depositando en ese vocucher la resolución de los problemas de salud. No es más que delegar la responsabilidad del Estado en las personas. El Estado deja de financiar y crear infraestructura para solamente hacerse cargo de la derivación de dinero a efectores, públicos o privados, que compitan entre sí para la captación de personas para abordar un grupo de enfermedades”, explicó.
El ahora candidato detalló que en países de Latinoamérica donde se hizo un intento semejante terminó generando “mayor inequidad en el acceso” a la atención.
“Nadie se imagina que una cirugía cardiovascular en un bebé pueda entrar en un voucher. Hoy problemáticas complejas y de alto costo, el Estado está subsidiando hasta la seguridad social. Desdibujar el rol de conducción del Estado es profundizar una crisis y que personas no accedan. Y desfinanciar lo público, cuando lo público para una parte de la población es lo único que tiene. Por eso me parece grave, mentirosa y peligrosa la propuesta mágica del voucher. Lo seguro de un seguro es que es el camino hacia la privatización de los servicios públicos de salud”, alertó.
Entre otros puntos Caruana cuestionó que en la propuesta se oculta que el voucher o carnet no permite un acceso integral al cuidado.
“Ese carnet, ese voucher, tiene límites. Determinadas prestaciones. ¿Salud es sólo eso? ¿El acceso cuando tenés una enfermedad a una consulta y dependiendo de la necesidad de la persona y no que alguien vaya a ver qué problemas tenés? –planteó Caruana– Me vacuno si creo que es necesario. No porque hay una cuestión colectiva de derechos de cuidado. Mi enfermedad es una responsabilidad mía. Me cuido si puedo y si quiero. Pero, ¿qué pasa si necesito más? Ahí empiezan las capacidades de pago. Si necesito más empiezan los certificados de pobreza, pagar para acceder o gente con obra social que tiene que acceder a un medicamento o práctica que no le cubre. Ahí está el Estado regulando eso”.
“Ya lo vivimos en la década de los 90’, cuando uno deja de financiar atenciones integrales. Si un chico necesita una cardiopatía congénita y va al Vilela se opera y se resuelve todo. No estamos pidiéndole un carnet para ver si se hizo las dos ecografías establecidas. La atención tiene que ser integral. Y que después venga al centro de salud para que lo sigan controlando. Todo eso no se habla en los sistemas de seguro. Porque el rol del Estado sólo es de financiamiento para enfermedades. El voucher no garantiza derechos integrales. El ejemplo más concreto es la vacunación en la pandemia. Que hubiese pasado si las 30 mil personas que fuimos a buscar no se hubiesen anotado para vacunarse. Las necesidades de las personas con profunda desigualdad no son las mismas. No todos acceden. El seguro deja que eso quede librado a cada una de las decisiones de las personas. Eso es complejo”, insistió sobre los puntos débiles del sistema propuesto por Milei.
El secretario de Salud recordó, a modo de ejemplo, la decisión del líder de La Libertad Avanza de rechazar la ley de cardiopatías congénitas en bebés porque no coincidía con el ideario liberal.
“Es una ley que iguala. Garantiza que un chico con cardiopatía congénita en Formosa tenga el mismo acceso que un chiquito en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esa posibilidad la da el Estado. Si eso queda librado a la libre competencia sólo tendremos una salud para el veinte o treinta por ciento de la población. El resto se queda con el paquete básico, casi de caridad. Es una inversión porque estamos a favor de la vida. O privatizamos los servicios de salud y la dejamos ligadas a la atención de un grupo de enfermedades y que el resto de las personas paguen o que se queden por fuera del sistema, o pensamos una salud basada en derechos, lo que no significa no discutir lo que está pasando con el Estado”, concluyó.