Los estacioneros advierten que “será difícil cumplir” con la medida que paralizó los precios por dos meses y que el retraso del valor en Santa Fe ya es del 40%
Este viernes, antes del congelamiento de precios que rige hasta al 31 de octubre, YPF se sumó al resto de las petroleras y aumentó 12,5% el valor de sus combustibles. El presidente de la Federación de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), Alberto Boz, cree que el acuerdo “será difícil de cumplir” y recordó que el “aumento acumulado en lo que va del año en Santa Fe es del 40,5%”. El empresario fue crítico con la decisión gubernamental de convalidar estos últimos aumentos de combustibles y paralizar los precios por dos meses. “En Argentina, ya estamos acostumbrado a los anuncios que después no se cumplen. Nosotros no somos formadores de precios. Representamos a las estaciones de servicio, pero siempre tratamos de tener, como ocurre en otros ámbitos de la vida, empatía”, subrayó.
El representante advirtió: “Si aumentamos de un día para el otro un 22,5%, porque esa fue la devaluación con relación al dólar oficial que es con lo que se comercializa el barril de petróleo crudo, y después sube la nafta durante tres meses a un 12,5%, se viene el desabastecimiento. Faltará combustible, habrá sobreprecios y habrá la entrega en cuotas para las estaciones de servicios, y también caos”. “No me preocupa mucho lo que diga el ministro de Economía. No quiero caer sobre Sergio Massa, sino sobre toda la dirigencia política que nos tiene mal acostumbrados, que nos dice blanco cuando todos sabemos, sin lugar a dudas, que es negro. Ahora todas las petroleras se pusieron en igualdad de condiciones en los aumentos. Y en Santa Fe llevamos el 40,5% de reajustes en lo que va del año”, agregó.
Boz recordó que el sector de los expendedores de combustibles venía “con un 4,5% de aumento mensual y ahora se aplicó este de 12,5%. El combustible impacta en el transporte; los camiones transportan mercadería a lo largo de todo el país y esos costos se traslada a los precios”, añadió. Por último, remarcó que “se toman medidas extemporáneas, parciales. Los argentinos son los que padecemos esta situación de inflación y aumento de todos los precios. Un asalariado gasta mucho más de los que dicen los índices inflacionarios. En julio la inflación fue mucho más que el promedio de 6,5%, y la gente gasta gran parte de su sueldo en alimentos”, cerró.