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El “Villazo”, la resistencia obrera brutalmente reprimida, finalmente llega a juicio

Después de la persistente y larga lucha de trabajadores reprimidos y de familiares de los asesinados por grupos de tareas de la Triple AAA, un tribunal Federal de Rosario fijó fecha para el próximo 13 de noviembre. “En Villa Constitución hubo un genocidio”, recordó Oscar Juárez, uno de los detenidos en 1975

A veinte años de la derogación de las leyes de impunidad, finalmente se fijó fecha para iniciar el juicio por la represión y los asesinatos cometidos en Villa Constitución por la Alianza Anticomunista Argentina (AAA), el grupo parapolicial que operó durante el Gobierno de Isabel Martínez de Perón. Los hechos están enmarcados en el denominado “Villazo”, la recordada resistencia de los trabajadores metalúrgicos durante los años 1974 y 1975.

Finalmente, y luego de un año marcado por múltiples movilizaciones exigiendo el inicio del juicio, el Tribunal Oral N° 1 de Rosario integrado por German Sutter Schneider, Ricardo Moises Vazquez y Otmar Paulucci estableció que el 13 de noviembre comenzará el debate oral y público. Un paso clave para desandar la impunidad del genocidio sufrido en la ciudad del sur santafesino y un trámite que tendrá características únicas en la región.

“Es una alegría. Por fin tenemos una fecha de inicio para el juicio. Es una causa de hace muchos años atrás. Pero muchos más años de pedido de justicia de la Unión Obrera Metalúrgica, de los trabajadores, las víctimas”, aseguró en diálogo con La Marca de la Almohada Oscar “Pacho” Juárez, uno de los trabajadores metalúrgicos que en estuvo detenido y desaparecido en aquella época.  

“Una vez caída la dictadura hubo un reclamo de justicia por los crímenes que cometió la AAA, en Villa, contra nuestros compañeros. Bajo el gobierno de ultra derecha de Isabel y (José) López Rega tuvimos diecinueve compañeros asesinados en una huelga tremenda que hubo, pidiendo la libertad de más de 200 compañeros presos. A los tres meses nos meten presos a toda la comisión directa, cuerpo de delegados, en el famoso operativo Serpiente Roja del Paraná, que se inscribe dentro de los decretos de aniquilamiento de la subversión de aquella época que el ejército le pedía al gobierno para actuar y reprimir a los trabajadores”, recordó Juárez.

El operario metalúrgico aseguró que Villa Constitución fue elegida como parte del ataque contra un sector sindical que ya había incluido la represión de los mismos sectores “que cuestionaban el verticalismo” dentro de las fábricas de Córdoba.

“En aquella los sindicatos eran de Perón y no se podía decir otra cosa. Pero eso lo decía la burocracia. Compañeros de la juventud peronista, la juventud trabajadora peronista, grandes compañeros que estábamos juntos en la lucha, decían que los sindicatos son de todos los trabajadores y las asambleas son las que deciden. Pero había una conciencia, una movilización en las fábricas que cuestionaba a las patronales, al poder de las burocracias que estaba muy enfrentada a la JTP”, detalló Juárez.

“Tuvieron que dar semejante golpe contra todo lo que era la lucha por nuevos dirigentes sindicales, que llamábamos adelante el llamado sindicalismo de liberación. Después lo profundizaron con una represión espantosa en la dictadura. Era un movimiento sindical en ascenso, que tenía razón. Hoy, de existir, no tendríamos a los gordos que tenemos en la CGT con el nivel de pobreza, precariedad laboral, jubilados que nos cagamos de hambre. Ellos no hacen nada y son millonarios. Ese sindicalismo de liberación fue uno de los objetivos del genocidio militar. Éramos mayoría. Optaron por la represión salvaje”, opinó.

El juicio tendrá a sesenta y tres querellantes y busca condenas contra veinticinco represores. Se estima que podrían participar unos quinientos testigos. Las acusaciones alcanzan incluso a la empresa Acindar, donde Juárez recuerda existían centros de detención ilegal. El grupo de querellantes lucha para que el trámite se desarrolle en Villa Constitución, donde ocurrieron los hechos, aunque la decisión es que se desarrolle en Rosario. “Sería una barbaridad hacerlo ahí”, planteó.

El integrante del espacio de Memoria, Verdad y Justicia contó además el trabajo de militancia que se realiza en fábricas, colegios y barrios para que la historia del “Villazo” sea recuperada.

“En Villa Constitución, como hubo un genocidio, muchas familias no les hablaban a los hijos de lo que había pasado. Recién ahora le empiezan a hablar. Uno se emociona. Me toca ir a las escuelas con estudiantes de 14, 15, 16 años y nos aplauden. Mi papá participó, pero nunca me contó. El padre protege a los hijos. Los abuelos protegen. Quieren que los chicos vayan a trabajar a fábrica y los protegen. Hay muchos hijos y nietos que no saben. Creo que muchos van a recuperar la memoria y va a ser algo asombroso. Y vamos a salir del genocidio en el que nos metieron”, concluyó.