La vigilia en la Ciudad de Buenos Aires tiene tres objetivos: que la Corte Suprema declare inconstitucional la Reforma del gobernador Morales, que el Congreso Nacional disponga la intervención de la provincia de Jujuy y que apruebe una ley de Propiedad Comunitaria
Fueron 1875 kilómetros desde la salida de Jujuy, el 25 de julio, hasta la ciudad de Buenos Aires. El Tercer Malón de la Paz recorrió Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y Santa Fe –estuvo en Rosario el lunes último– integrado por comuneros de los pueblos originarios que habitan la provincia gobernada por Gerardo Morales. Marchan en contra de la Reforma de la Constitución jujeña. Reclaman que sea declarada inconstitucional. Defienden el derecho al agua y a seguir habitanto sus tierras ancestrales. El avance de los proyectos extractivistas de litio, particularmente, los pone en riesgo. Ya están en territorio porteño, y desde allí habló con Apuntes y Resumen Jorge Angulo, representante del Consejo de Pueblos Originarios de Llankaj Maqui.
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El Malón se instaló frente al Palacio de Tribunales a la espera de una definición de la Corte Suprema de Justicia sobre la inconstitucionalidad de la reforma de la carta magna jujeña que impulsó el radical Morales. El fundamento para el pedido es la ausencia de la consulta libre, previa e informada. Es uno de los derechos fundamentales de los pueblos y comunidades indígenas, reconocido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el Convenio 169, incorporado a la Constitución Nacional en la reforma de 1994. Es el derecho a ser consultados “cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarlos directamente”. Está vigente en la Argentina, aunque su reglamentación está aún pendiente.
“Estamos frente a la sede de la máxima instancia del Poder Judicial, el edificio de la Corte Suprema, para ver en qué estado están las presentaciones de los abogados que acompañan la lucha”, repasó Angulo. La tarea de este momento, mientras sigue el acampe, es “resolver todas las instancias administrativas” para que el pedido de las comunidades sea atendido. No sólo en la Justicia, sino también, resaltó, en el Congreso de la Nación.
“Demostramos que las naciones preexistentes a la Nación”
siguen en pie y
pretenden hacer valer sus derechos
El referente del Consejo de Pueblos Originarios explicó que, además, el Malón tiene por objetivo poner en la agenda nacional “la persecución, la criminalización y las causas iniciadas” contra quienes se manifestaron en Jujuy contra la reforma, que fue aprobada casi a puertas cerradas sin agotar el plazo legal para continuar las consultas y escuchar los fundamentos del rechazo a esa modificación. El hostigamiento judicial, a los líderes de las protestas en la provincia norteña, señaló Angulo, se sigue instrumentando.
Respecto de la marcha, el representante indígena calificó el recorrido como “fortalecedor” de la lucha, y marcó que permitió “integrar y compartir experiencias” además de permitir un acompañamiento cálido de la protesta en las provincias que abarcó el itinerario.
“Demostramos que las naciones preexistentes a la Nación” siguen en pie y pretenden hacer valer sus derechos, agregó el referente del Consejo. Eso se demostró en las reuniones, pero también en las asambleas que rescataron el espíritu de comunidad y expusieron la vitalidad de las culturas originarias.
Ahora, lo que continúa es la vigilia en la Ciudad de Buenos Aires, con tres objetivos: que la Corte Suprema que declare inconstitucional la Reforma de Morales, que el Congreso Nacional disponga la intervención de la provincia de Jujuy y que apruebe una ley de Propiedad Comunitaria.