El ‘Tano’ Santucho relató el conmovedor reencuentro con su hermano, el nieto 133, recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo y CONADI. Destacó el inicio de una nueva etapa en la búsqueda de la identidad para otros nietos desaparecidos
Miguel ‘Tano’ Santucho, hijo de una madre desaparecida y hermano del nieto 133, cuya restitución fue anunciada el pasado viernes por las Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), compartió en La Marca de la Almohada sus conmovedoras sensaciones al enterarse y conocer a su hermano, finalmente recuperado tras décadas de búsqueda.
“Estoy muy bien, feliz, recién empezando a bajar un poco después de la conferencia de prensa, los abrazos, las emociones y las demostraciones de afecto que tuve, estoy pasando un día hermoso. Recién pude sentarme a comer algo y tratar de procesar todo esto que está pasando y es muy fuerte”, expresó Miguel.
Santucho relató cómo su hermano se enteró antes que él, con un llamado de la CONADI. El proceso había comenzado de parte del propio nieto recuperado, que dudaba de su identidad y se presentó para que le hagan un análisis genético. Dos meses después llegaron los resultados: “Le dijeron que era hijo de Cristina y Julio, le contaron que lo estamos buscando hace muchos años, y le propusieron hablar conmigo, que me tenían que llamar”. Accedió, y llegó la llamada.
Santucho agregó: “Estaba de vacaciones con mis hermanos en Italia y me llaman desde Abuelas. Primero pensé que era una cuestión de trabajo, pero cuando me pasaron con Claudia Carlotto me di cuenta que era algo grande”.
“Mi hermano tuvo el mérito, la capacidad, de buscarnos a nosotros. Él tenía dudas hace mucho tiempo y su hermana de crianza fue la que le dijo que no era hijo biológico de quienes, supimos después, eran sus apropiadores”, afirmó con emoción.
El tan esperado encuentro finalmente sucedió, y Miguel detalló sus sentimientos al ver a su hermano recuperado: “Nos vimos, nos abrazamos, todas mis inseguridades, dudas, las oscuridades que el terrorismo de estado nos había puesto en el camino se habían disipado, sentí que salí de un gran túnel, vi la luz, salimos del túnel, y él también sintió algo parecido, él estaba en esa búsqueda de su identidad, y es hermoso lograrlo. Le deseo a todos mis compañeros y las abuelas sentir lo que estoy sintiendo en este momento”.
“Es increíble. Cuando lo vi llegar, me empezaron a temblar las piernas. Después nos dimos un abrazo y no lo quería soltar, y abrazándolo lo quise mirar, nos miramos a los ojos, así, muy cerquita. No sé si lo puedo expresar de otra manera pero… Tenía ganas de darle un beso en la boca ahí nomás”, confesó con emoción.
Miguel Santucho también compartió la importancia de que su hermano haya encontrado el apoyo necesario para enfrentar esta búsqueda: “Lo que mi hermano cuenta es que lo que más lo movió fue no trasladar esa incertidumbre sobre su origen a sus hijas. Por suerte encontró en su entorno a personas que lo acompañaron”.
Con un tono esperanzador, Miguel expresó: “Tenemos un tiempo de estar juntos, pero también un gran trabajo para seguir buscando a los nietos y nietas que todavía no recuperaron su identidad”.
Concluyó la entrevista enfatizando la importancia del vínculo entre ellos: “Ahora empieza la parte más importante de este proceso y es el momento de vincularnos”.