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Argentina busca acuerdo con el FMI para evitar ajuste en medio de la campaña electoral

El Fondo recomendó una serie de medidas con un claro accionar recesivo. Sergio Arelovich, economista, se refirió a la misión de la comitiva nacional con muy poco margen y sostuvo : “El Gobierno intenta que se le desembolse lo necesario para pagarle”. Esta tarde se anunciarían medidas

Con las elecciones a la vista, el Gobierno argentino se encuentra en una carrera contra el tiempo para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y evitar un ajuste económico. Mientras tanto, la oposición se mantiene expectante, observando cómo se desarrollan las negociaciones en Washington.

El precandidato de Unión por la Patria y ministro de Economía, Sergio Massa, juega un papel crucial en este proceso, dividido entre las conversaciones con el FMI y su participación en la campaña electoral, que se encuentra a poco menos de un mes de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se llevarán a cabo el próximo 13 de agosto.

Una comitiva argentina conformada por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el jefe de Gabinete de Asesores, Leonardo Madcur; y el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri, viajó a la capital estadounidense para avanzar en las negociaciones con el FMI.

El acuerdo con el organismo internacional se ha vuelto una parte esencial de la campaña electoral de Massa, ya que su eventual firma tendría un impacto directo en la economía del país y, por ende, en las elecciones. El FMI expresó su posición en un informe, donde exige que Argentina “avance en un régimen cambiario simplificado, con disciplina fiscal y política monetaria restrictiva”.

En este contexto, Sergio Arelovich, coordinador del Mirador de la Actualidad el Trabajo y la Economía (MATE), ofreció sus análisis sobre la situación de las negociaciones. En entrevista con La Marca de la Almohada, el economista, explicó que “hay dos posturas en conflicto en el FMI, una menos flexible que la otra. Lo cierto es que Argentina debería cancelar a fin de mes un conjunto de obligaciones y por ello la gestión intenta que se le desembolse lo necesario para pagarle. Es préstame para pagarte, un reescalonamiento, un refinanciamiento”.


Asimismo, Arelovich advirtió sobre las condiciones que el FMI impone para otorgar el desembolso, las cuales podrían tener efectos recesivos y redistributivos que afectarían a los sectores más vulnerables de la sociedad, además de generar inflación y otros problemas económicos. Si el Gobierno aceptara todas las recomendaciones del FMI, según el integrante del MATE, podría agravar la situación económica en el corto plazo.

El especialista también destacó la urgencia de la negociación, pues no se piensa más allá del fin de julio, y en agosto habría que afrontar otros vencimientos significativos. Arelovich señaló que el FMI pide una unificación del tipo de cambio, que implicaría eliminar el cambio oficial y alinear todo con el dólar paralelo, lo que podría llevar a una mayor devaluación.

Además, Arelovich criticó el enfoque del FMI, argumentando que “al organismo no le interesa cobrar el préstamo, sino asegurarse prerrogativas que favorezcan los intereses de las corporaciones de los países centrales”. Afirmó que el Fondo “busca mantener el esquema de cobro de intereses que beneficia a su burocracia y su staff, antes que recuperar el préstamo concedido a Argentina”.