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Michlig quiere todo: radical en el Ejecutivo, una socialista en Diputados y el Senado PRO

El actual senador provincial por el departamento San Cristóbal, armador de la campaña de Maximiliano Pullaro dentro del frente no peronista, destacó la necesidad de curar las heridas de la interna y garantizar la gobernabilidad de la Casa Gris con el control de las dos Cámaras de la Legislatura

Felipe Michlig comenzó a trabajar la precandidatura del licenciado en Ciencia Política de la UNR, poco después de las elecciones santafesinas de 2019. Lo hizo junto al también radical Martín Losteau y el jefe de Gobierno porteño, hoy precandidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta. Y cuentan sus allegados, todo comenzó en una reunión de los tres y el ex ministro de Seguridad en un bar de Recoleta. Con Apuntes y Resumen analizó las PASO, la excelente performance de su promovido y lo que queda de acá a las generales del 10 de septiembre.

“Todos trabajamos después de la experiencia de hace cuatro años”, repasó el senador, que además va por la reelección en la Cámara alta. El relato del titular del radicalismo modifica la secuencia narrada por otros que, en cualquier caso, desembocó en el contundente triunfo del frente Juntos Avancemos. Michlig remitió el puntapié inicial al análisis de los resultados de PASO y generales de 2019. En esas primarias, recordó, los partidos que hoy integran el frente no peronista habían sumado el 55% del total compitiendo por separado –con las candidaturas de Antonio Bonfatti por el Frente Progresista y José Corral en Cambiemos– frente al 40% de Juntos, que llevaba a Perotti. Eran 15 puntos de ventaja que por no acordar se diluyeron en las generales que ganó el rafaelino, quien aventajó al Frente Progresista por apenas cuatro puntos (Corral quedó tercero con el 19%).

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Aprendida esa lección, siguió el senador provincial, las etapas fueron “primero un programa de gobierno, después la búsqueda del nombre de la coalición y por último aparecieron excelentes candidatos”. El triunfo opositor, con más que la duplicación de los votos del oficialismo –952 mil contra 422 mil, redondeando–, es prueba de lo acertado de juntar a los ex socios radicales y socialistas con el nuevo del PRO. “Una PASO contundente con una diferencia nunca vista contra el Justicialismo. Una elección extraordinaria”, lo calificó el armador del espacio y, sobre todo, del ex ministro de Seguridad como precandidato.

Arrancó la campaña hacia las generales de septiembre

Michlig adelantó que no habrá descanso, y que esta semana posterior a los comicios será de recorrida por toda la provincia para agradecer y consolidar el voto. No sólo de los ciudadanos individuales, sino en particular de los actores institucionales: el “campo”, la industria, el sector de servicios, enumeró. Y seguir batallando con el problema de la inseguridad, uno de los déficit más resonantes de la gestión perottista. El senador insistió con el tema del narcotráfico y la descripción de Pullaro como el dirigente con más capacidad para hacerle frente.

Sumar a los heridos, sumar poder

Otra tarea de Juntos Avancemos, sumó el referente territorial de San Cristóbal, es suturar las heridas abiertas en una campaña virulenta.  “El gesto de Losada fue de grandeza”, celebró Michlig sobre el desmontaje de graves acusaciones que la ex panelista inició el mismo domingo de las PASO, tras haber afirmado que en caso de perder, como pasó, no acompañaría a Pullaro hasta las generales. “Es necesario su respaldo en el Senado de la Nación”, completó para esbozar una estrategia amplia de suma de poder. Fuera de las fronteras, en el Congreso, dijo, para defender “los intereses de los santafesinos en temas como la hidrovía, las retenciones a las exportaciones agropecuarias, las exportaciones cárnicas”. En definitiva, “trabajar en conjunto con el gobierno de Santa Fe”. Y dentro del distrito, lo mismo: no sólo la muy probable Gobernación, o sea el Ejecutivo, sino la Legislatura, con la posibilidad de controlar la Cámara baja en su particular diseño que le otorga 28 de las 50 bancas a la primera minoría, y la factible presidencia de la Càmara baja por parte de la vicegobernadora. El armador del radicalismo se entusiasmò con la representatividad que ese reparto tendría en relación a la conformación de la alianza no peronista: un radical en la Casa Gris –Pullaro–, una socialista en Diputados –Clara García– y una referenta del PRO a la cabeza del Senado: la vicegobernadora Gisela Scaglia si gana su fórmula.