El director del Instituto de Ecología, Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Uruguay, Daniel Panario, habló sobre las razones que provocaron una crisis hídrica inédita en el país vecino
La sequía, la deforestación, el uso indiscriminado de la tierra y la falta de obras colocaron a Uruguay ante una crisis hídrica inédita. La provisión de agua potable fue recortada y se apeló a una mezcla con mayor cantidad de sodio y cloro para estirarla, en especial en la zona de Montevideo, la más afectada por la problemática.
En diálogo con Apuntes y Resumen, el ingeniero agrónomo, doctor en Hidrología y Gestión del Agua, director del Instituto de Ecología, Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Uruguay y coordinador de la maestría en Ciencias Ambientales, Daniel Panario, reconoció que las precipitaciones de los últimos días aliviaron la situación y “están subiendo los niveles”, lo que daría hoy una reserva para proveer el servicio unos veinte a treinta días más. Sin embargo, fue crítico con el servicio que se provee.
“Si siguen dando esta porquería que la gente está tomando, yo no, está clarísimo, el nivel del agua se va a recuperar muchísimo y van a tener veinte, treinta días de agua. De esto que no es potable, por supuesto”, indicó el especialista.
En cuanto a los motivos que provocaron la crisis, Panario habló de la “falta de previsión” del Gobierno actual y de los anteriores, quienes no encararon las construcciones que podrían ayudar a la toma y provisión de agua.
“A último momento el gobierno pensó que estaba bueno llegar justito y que empezara a llover, así justificaban el pésimo proyecto que tienen, Neptuno, para sacar agua del Río de la Plata. Un proyecto carísimo que tiene la ventaja para ellos, para quien piensa de esa manera, que la deuda no figura en las cuentas nacionales porque la toma un privado. Después se la tenemos que pagar, por supuesto. Eso no figura en las cuentas nacionales, por lo que la relación Producto Bruto-deuda se mantiene”, explicó sobre una de los proyectos en danza para resolver en el futuro la problemática.
Entre las situaciones que provocaron la crisis hídrica, Panario marcó como un error permitir la construcción de quinientas represas para riego o para la provisión de agua para el ganado, un insumo que podría haberse utilizado para el consumo humano.
“El agua tiene glifosato, todo tipo de pesticidas. Cada uno, por separado, dentro de lo que los estándares internacionales establecen. Pero el cóctel, está probado científicamente, es peor de que alguno estuviera por encima. Tenemos mala cala calidad de agua y menos agua por culpa de la forestación para las pasteras, a las que les reglamos el agua azul, como le llaman”, detalló.
“La forestación de las alta cuencas, que es la principal fuente de agua de los ríos, la que importa, no la que genera inundaciones, sino la que provee agua cuando falta, también es parte del problema. La forestan y gastan agua en eso, regalando troncos. Después contaminan a lo bruto. Tanto el río Uruguay como el Río Negro”, lamentó.
Respecto del humor social en Uruguay ante la falta de agua potable, Panario describió: “Acá somos más mansos que ustedes. Ante una cosa de este tipo ustedes salen con las cacerolas y acá no pasa nada. Acá salen dos o tres mil personas golpeando bidones, nada más. Tendría que ser un escándalo terrible. La gente está consciente de que hubo una mala gestión. Pero el presidente sigue teniendo una buena imagen. Somos más pueriles que ustedes”.