Los trabajadores del área iniciaron una medida de fuerza para reclamar mejores condiciones salariales y de trabajo. Juan Albano, secretario gremial de la junta interna de ATE Niñez Rosario, denunció la falta de continuidad en las problemáticas de las infancias vulneradas
Los trabajadores de la delegación Rosario de la secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia iniciaron el miércoles un paro de 48 horas para reclamar por la regularización de al menos trescientos trabajadores precarizados y por aumentos salariales que permitan superar la línea de la pobreza. Además, exigen condiciones que permitan una continuidad en el abordaje de las problemáticas que sufren las infancias vulneradas.
Juan Albano, secretario gremial de la junta interna de ATE Niñez Rosario, explicó a La Marca de la Almohada que sólo en Rosario el área cuenta con mil trabajadores, “de los cuales el sesenta por ciento está precarizado”. El dirigente asegura que, más allá de los cambios en las gestiones provinciales, se abordar la problemática con un Estado que tiene “lógica neoliberal”
“Estamos hablando de trabajadores que tienen salarios por debajo de la línea de la pobreza. El salario mínimo, vital y móvil está en 87.800 pesos y ellos tienen salarios de 83 mil pesos para abajo. Nos preocupa muchísimo que compañeros que tienen profesiones o más de cuatro años como mínimo de experiencia en el sector deban buscar otro empleo solamente para ver si se puede llegar a la canasta básica. Es una deuda histórica en Niñez, que no se ha regularizado”, aseguró.
Albano explicó que muchos de los trabajadores están bajo figuras de precarización como contratos, becas, asignaciones o residencias, aun cuando en la negociación paritaria de febrero pasado la provincia se comprometió a regularizarles la situación. “Hasta el día de hoy no tenemos noticias de la firma del pase a planta que están esperando doscientos de esos trabajadores. Después quedan otros cien que estaban en un proceso de contrato a los que les mintieron en la cara diciéndole que los contratos era una medida transitoria para pasarlos a planta. Estamos hablando de compañeros que están hace más de cuatro años en el sector. Entonces, hay un desgaste en los trabajadores”, advirtió.
Aunque conviven con postergaciones salariales, falta de recursos e historias de “abusos, muertes trágicas dentro de una familia, consumos problemáticos, pobreza estructural, falta de proyectos, de empleo y hambre”, Albano aseguró que la tarea se sostiene con “un gran espíritu de vocación por la niñez y la adolescencia”.
“El sostenimiento se hace con un esfuerzo enorme, tratando de no involucrar lo personal en ese momento, lo cual es imposible. Una de las cosas que genera todo esto es que haya mucha rotación del personal en Niñez. Los salarios son de pobreza, las condiciones de trabajo son paupérrimas, los recursos a disposición son malos, las historias de vida con las que trabajamos muy complejas. Entonces nos aconsejamos ‘frená un poco, dejá el laburo, fíjate si lo podés sostener en otro momento’. Implica una cuestión de salud mental muy fuerte”, explicó Albano.
Esa rotación termina por convertirse en un problema más para los niños, niñas y adolescentes. “Los sacan de su núcleo familiar, los llevan a un espacio donde desconocen lo que hay alrededor y encuentran a una persona con la que generan un lazo de confianza. Pero por las condiciones de trabajo se va y se pierde ese lazo. Es la segunda vez que vos estás enfrente de la expulsión”, contó el secretario general de ATE Niñez Rosario.
“En algún momento no había nafta para la movilidad. O se utiliza en forma personal para cierta funcionaria y no para que se encuentren hermanitos, hermanitas. Que se encuentren con sus tíos, sus tías, con sus familias. Frente a esas situaciones los mayores perjudicados son los pibes. Todo el tiempo son fragmentarias las intervenciones. No hay una integralidad y una continuidad. En parte eso tiene que ver con las condiciones de precariedad con que se trabaja, no solamente en los salarios si no en los recursos dispuestos para ese servicio”, concluyó el dirigente gremial.