A partir de las declaraciones del periodista Gabriel Levinas sobre que Wado de Pedro no debería ser candidato por su disfluencia en el habla varias entidades de la salud y dirigentes salieron a repudiar este acto describiéndolo como de carácter discriminatorio y peyorativo.
La Asociación Argentina de Tartamudez saco un comunicado de prensa donde nombro como un acto discriminatorio la declaración del periodista Gabriel Levinas sobre que “la sociedad no estaba preparada” para tener un presidente tartamudo, refiriéndose a la disfluencia en el habla del precandidato por el Frente de Todos Wado De Pedro.
En el programa de Apuntes y Resumen se comunicaron con la Fonoaudióloga y Psicóloga Social María Cristina Peyrone, la cual declaró que el comentario del periodista le pareció muy “pobre” y que ignora totalmente lo que es a tartamudez, aportando de esta manera a las burlas que desde siempre sufren las personas con esta disfluencia.
Sobre la tartamudez aclaró que no existe razones científicas comprobadas. Además contó que existen en el mundo muchos diagnósticos y tratamientos, pero que desde la fundación en la que ella trabaja se paran desde la postura de la psicología social de Pichon–Rivièr donde no se piensa que tiene que ver con algo que esta en el interior de la persona con tartamudez sino que se trabaja desde el contexto y los vínculos particulares de cada individuo. Trabaja para que las personas puedan sacarlo afuera atreves del juego, del chiste, desde un crecimiento personal.
En Radio UNR también estuvo opinando Tomás Quintín Palma, y recordaron la nota que hizo hace unos años titulada “Wado, yo y 80 millones decorridos más” donde cuenta que él cuando era chico se creía el único tartamudo en el mundo.
“Cada uno tiene su voz. A mí me parecería interesante que haya una diversidad oral como me parece interesante que haya una diversidad de identidades. Lo bueno de aceptarse distinto es la posibilidad de que no seamos todos iguales y entender así las diversidades de la vida” empezó analizando Quintín.
Aseguró que las declaraciones del periodista le despertó dos pensamientos, : “Ni bien vi la declaración pensé que empiezan a ver a Wado como un enemigo electoral y, lo otro, pensé que este es un pensamiento que puede tener mucha gente. Vivimos en una época de ansiedad donde necesitamos que nos digan todo rápido y parece que la gente no tiene paciencia para escuchar a alguien hablar más lento. Es un síntoma de época”.
Sobre todo esto a la conclusión que llego fue que Gabriel Levinas con lo que dijo hablo mal de su capacidad de escucha más que de la oratoria de Wado, y agregó: “Yo creo que habla mal de nuestra capacidad de escucha, habla de una necesidad de dirigir todo procesado”.