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Un análisis de las Paso, quiénes se postulan, con qué discursos y cómo siguen los espacios políticos

Las urgencias por instalar los precandidatos, la necesidad de diferenciarse en las contiendas internas, la emergencia de figuras que están en el borde de la democracia y otros factores en una mesa de especialistas

Apuntes y Resumen convocó, a horas del cierre de listas antes las juntas electorales para las Paso, a varios especialistas para debatir las particularidades de estas internas. Fueron de la partida el licenciado y doctor en Ciencia Política Diego Gantus, el docente e investigador de la UNR Emilio Lo Valvo, el doctor en Derecho y ex director de Reforma Política de Santa Fe Oscar Blando, la licenciada en Comunicación y periodista Evelin Machain y el doctor en Ciencia Política y magister en Sociología Gastón Mutti.

 

Oscar Blando explicó que el plazo del viernes 12 de mayo hasta su último segundo es para las juntas partidarias o de las alianzas, y que eso suele tener plazos flexibles si es que hay acuerdos internos.

La emergencia de postulantes que no son vistos como políticos profesionales no es nueva, aunque sea hoy mayor, explicó el doctor en Derecho. “Uno de los primeros antecedentes en la provincia de un periodista candidato y además, que fue intendente de la ciudad de Santa Fe, fue Enrique Muttis, electo en las elecciones de 1989”, recordó. Ffalleció en 1991, antes de concluir el mandato. Y en su caso, fue con una historia personal y familiar de militancia en el PDP (Partido Demócrata Progresista). Además, Muttis era docente de Historia y llegó a ser vicedecano en la Facultad de Historia de la Universidad Católica de Santa Fe.

Gaston Mutti agregó el caso del primero comentarista deportivo y después conductor Evaristo Monti, que ocupó una banca en el Concejo. Aclaró los tantos: una cosa es un político profesional que, además, es periodista, y otro el comunicador que se inserta en la política sin historia de intereses o militancia. No fue el caso tampoco de Elvio Martínez, destacó, también  con trayectoria en el PDP.

Mutti no circunscribió el fenómeno a los periodistas. En el mismo registro juegan deportistas y cantantes populares. La confusión, resaltó, es pensar que la visibilidad social se traduce automáticamente en un buen desempeño político.

Gantus aclaró que, si lo anterior implica una crisis de las representaciones, desde que recuerda lo estuvieron, lo mismo que la democracia misma. Y sin embargo, dijo, las elecciones se suceden sin escollos graves desde el regreso del estado de derecho.

Por otra parte, puso en entredicho el poder real de esos nuevos actores en la trama de partidos y alianzas. “Ingresan a un mundo que desconocen”, explicó, y por eso en algunas decisiones tendrán la última palabra, pero en otras las mismas surgirán de las estructuras partidarias que los sostienen y sólo las refrendarán. Entonces, propuso, la pregunta debe ser no por ellos sino por quiénes están detrás.

Lo Valvo terció con algunas diferencias respecto de lo que ocurría hace dos décadas, lo que se bautizó como Tinelización. Y volvió el eje sobre el sistema político y las negociaciones con el afuera. Interpretó que los políticos profesionales necesitan abrir el espacio propio a los que vienen de otros ámbitos para posicionarse en la opinión pública, en una suerte de tercerización del nivel de conocimiento.

Gantus aportó una caracterización de la dinámica política que desemboca en el escenario actual: los problemas serios se apilan, y hace mucho que se compra tiempo porque las cajas de herramientas son cada vez màs acotadas. En otras palabras, còmo se hace para prometer algo diferente cuando las personas que debieran encarnar esa esperanza de novedad no cuentan con el mínimo conocimiento como para que las candidaturas sean competitivas. “Entonces, se da una natural alianza con caras conocidas que además tengan algo de vocación por la política. Es el intento de comprar tiempo, porque los problemas no se pueden resolver”, redondeó.

 

Cómo se vuelve de los discursos confrontativos

Gantus señalò que lo que se produce en las internas, con los cruces fuertes entre aliados de espacios, es porque “la política también es diferenciación”, y ante un escenario con perspectivas de poca diferencia de votos, esa paridad se intenta superar con discursos más confrontativos. El problema, siguió, es cómo eso incide en la convivencia posterior, de cara a las generales.

Blando aportó que otra dificultad, tras una fuerte confrontaciòn interna, es cómo se da el acompañamiento de los vencidos dentro de cada espacio. Fuera de la coyuntura, repasó un paisaje de partidos fragmentados, territorializados, donde los dirigentes de distintas jurisdicciones dentro del mismo espacio suelen tomar decisiones o rumbos diferentes.

Lo Valvo agregó que no hay que ser tan exigentes con los espacios polìticos: tener hoy una interna ordenada es un lujo en medio del contexto general.

 

El problema Milei

Sobre (Javier) Milei hay varias lecturas posibles, explicó Lo Valvo. Uno de sus ganchos es que no produce un discurso resignado, en medio de otros que convergen progresivamente hacia el centro polìtico por miedo a perder adhesiones. El problema, siguió, no es su figura en sí, sino lo que supone como síntoma de una crisis que no es sólo de representación política. “Se perdió la audiacia que tuvieron Ricardo Alfonsín o Néstor Kirchner”, acompañó Gantus, e insistió en un panorama de debates chatos en torno a parches de los problemas.