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La delegación de funciones humanas en máquinas diluye la singularidad del ser

Miguel Benasayag, quien estudia la articulación de lo biológico con la cultura y el mundo digital, visitará Rosario este sábado 29 de abril. El pensador argentino desarrolla una serie de hipótesis sobre la colonización tecnocientífica de lo vivo.

El pensador argentino exiliado en Francia en tiempos de dictadura, Miguel Bensayag estará en Rosario el sábado 29 de abril desde las 16 hs, participando de la radio abierta y luego de la conversación pública en Tres Ecologías (Paseo de la costanera al 1500, altura calle Paraguay). Dedicado a la investigación en neurofisiología, Bwnsayag viene desarrollando una serie de hipótesis sobre la colonización tecnocientífica de lo vivo. Organizan el evento Almacén de las tres Ecologías y Red Editorial, e invita Interzona Cultural del Mercado Solidario. El filósofo y psicoanalista suele poner el foco en la articulación de lo biológico con la cultura y el mundo digital, tal como ocurre en Experiencia y sentido común, su último libro.

El programa ABC dialogó con Bensayag, el cual expresó “Esta realidad de lo que están haciendo las máquinas dentro de lo que se llama Inteligencia Artificial llegó al sentido común, llegó a la opinión pública, pero en realidad estos tipos de programa ya tienen por lo menos 10 años”, explicó el especialista.

Y continuó: “Lo que está pasando es que efectivamente nos estamos dando cuenta de que estamos demasiado fascinados por la potencia de las maquinas algorítmicas, que hemos olvidado un poco cuál era la singularidad nuestra, entonces estamos un poco inhibidos, uno dice entonces si la máquina lo hace mejor que yo ¿Qué me queda a mí para hacer?”.

En esa línea, señaló que con este proceso de delegación de las funciones humanas hacia las maquinas calculantes, se comienza a olvidar cuál es la singularidad de lo vivo, de la inteligencia humana y animal.

“Hay realmente un fenómeno de colonización en el sentido más concreto, yo trabajo en la investigación de neurofisiología hace muchos años tratando de entender cuáles son las influencias para el cerebro humano y para la cultura de esta promiscuidad con las máquinas, no desde un punto de vista ni de desconfianza ni tecnófobo, pero hay algo que está esperando de ser entendido, comprendido”, manifestó el filósofo y psicoanalista.

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