Será en reclamo por más seguridad, tras el ataque perpetuado contra dos establecimientos ubicados en barrio Ludueña y en Empalme Graneros, entre la madrugada del sábado y del domingo
El pasado sábado la escuela Nº84 “José Mármol” y el complejo educativo “Rosa Ziperovich” ubicados en Larrea al 300 y en Albert Sabin al 1100, respectivamente, fueron blanco de balaceras. Aunque se descarta que el ataque haya estado dirigido a personal docente y no docente, la escalada de violencia preocupa. Es por eso que Amsafé Rosario, en unidad con otros gremios, tomó la decisión de desobligar a estudiantes hasta el mediodía y llamar a los docentes nucleados a movilizarse en la sede local de Gobernación.
El secretario general de Amsafé, Juan Pablo Casiello, declaró: “Fueron dos terribles balaceras y ocurrieron el sábado a la noche, en un horario con cierta circulación de personas, en dos de las zonas más custodiadas de Rosario”. Y agregó: “Es una situación donde vemos una demostración de impunidad muy fuerte. De nuestro lado vemos esto con mucha angustia y con la necesidad de abrazar a las compañeras”.
Bajo la consigna “Basta de violencia, Basta de balaceras a las escuelas”, realizarán un acto unitario que tendrá lugar en Plaza San Martín este martes a las 11. También desobligarán a alumnos y alumnas de 10:30 a 14:30.
En el programa de Apunte y Resumen del día de hoy dialogaron con Nanci Núñez, docente del turno mañana de la Escuela N° 84 José Marmol de Ludueña. Durante la entrevista sostuvo que, aunque tenían en claro que Ludueña se encuentra dentro de los territorios más complicados en cuestión de seguridad, tenían las esperanzas de que no se meterían con la escuela.
Para la docente este no es un mensaje mafioso para la institución, sino que es “un mensaje entre narcotraficantes por la disputa de territorio” donde se utilizan las escuelas para hacerlo llegar por ser “la cara visible del Estado”.
Por los hechos sucedidos contó que tuvieron una reunión con el Ministerio de Educación y con el Ministerio de Seguridad, donde participaron parte de la comunidad de padres y madres, docentes, personal no docente, y supervisores. “Nosotros hacemos un planteo de que la escuela es un lugar seguro para los chicos. Es un lugar de encuentro, para soñar, para aprender, para construir un mundo mejor y realmente está siendo totalmente vulnerada”, afirmó la docente sobre las sensaciones y la postura tomada a partir de los hechos ocurridos, y exclamó: “Pensábamos que las escuelas no se tocaban”.
