Este miércoles en la Unidad Penal Nº 5 de Rosario hubo un principio de motín donde internas quemaron sábanas en reclamo de atención médica, medicamentos y agua potable. Si bien las autoridades hablan de un virus, hay denuncias de escasez de agua y contaminación.
Unas 70 mujeres detenidas en la Unidad Penal Nº 5 de Rosario y varios niños que se encuentran allí alojados con sus madres, atraviesan una serie de complicaciones gastrointestinales que van desde vómitos hasta casos de fiebre muy elevada.
Si bien las autoridades del penal señalaron que se trata de un virus que se esparció y acentuó con la alta temperatura, las internas apuntan al agua y a los alimentos que se consumen dentro del penal, en tanto que señalan que problemas como escasez y corte de agua son una constante dentro de la unidad penitenciaria. Esta situación generó distintas protestas por partes de las reclusas, que incluso quemaron sábanas y otros objetos para dar difusión a una situación inhumana que se agrava a causa de las tórridas temperaturas.
Jaquelina Balangione, Defensora General de la provincia de Santa Fe, en diálogo con Radio UNR señaló que el problema del agua contaminada no es sólo del instituto penal sino que alcanza a todo el barrio.
“La situación que se venía dando que trajo problemas de salud en todas estas personas, mujeres y niños, era agua de pozo que se saca de la cárcel de varones que está al lado, y que se la “potabiliza”, pero se las pone en envases plásticos que no guardan las normas de higiene que tiene que tener, no tienen tapas y se las apoya en el piso. Ayer constatamos que se sigue exactamente con lo mismo”, expresó la funcionaria judicial.