La Jefatura de Gabinete amplió en 14 mil millones de pesos el financiamiento anual del sistema universitario que aprobó el Congreso Nacional, pero sin respetar en la distribución el porcentaje establecido para cada casa de estudios. Así, el monto extra se concentrará en las instituciones asentadas en territorio porteño y bonaerense. Ninguna de las tres radicadas en Santa Fe recibirá un adicional. Pedirán acompañamiento de legisladores nacionales de la provincia para revertir un reparto que consideran injusto
La Jefatura de Gabinete de Nación incrementó mediante una decisión administrativa las partidas para el conjunto del sistema universitario público en 14.025 millones de pesos para 2023. Una buena noticia en principio, pero no en la letra chica: la distribución de ese financiamiento extra sólo beneficia a 25 de las 57 casas de altos estudios, y entre las que quedan afuera del reparto están las tres asentadas en la provincia de Santa Fe: la del Litoral (UNL), la de Rosario (UNR) y la de Rafaela.
El rector de la UNR, Franco Bartolacci, calificó la medida como inequitativa, deslindó de la responsabilidad de la misma al Ministerio de Educación nacional y adelantó que con sus pares del interior relegados pedirán revertir el modo de asignación de las partidas adicionales.
En comunicación con Apuntes y Resumen, Bartolacci explicó el por qué del descontento, más allá de que las universidades de Santa Fe hayan quedado afuera del refuerzo presupuestario.
“Es una buena noticia en sí. La sorpresa es que ese monto adicional al que aprobó el Congreso en el Presupuesto Nacional para 2023 se distribuye entre 25 casas de estudios superiores del total de 57 que tiene el sistema público”, describió el enojoso escenario el rector. Y marcó la inequidad: “No hay una justficación razonable, y atenta contra una distribución federal porque básicamente es para universidades asentadas en la Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires”.
Por la ley de Presupuesto que el Congreso aprobó en noviembre pasado, después de un ejercicio con alta incertidumbre por falta de esa herramienta fundamental, Bartolacci recordó que a la UNR le corresponde un financiamiento de alrededor de 34 mil millones de pesos para su funcionamiento a lo largo de este año. Y explicó que la norma fija un monto total para el sistema universitario que se distribuye entre las casas de estudio según un esquema de asignación proporcional basado en varios parámetros que, dijo, es aceptable y fruto de un consenso. La universidad con asiento en Rosario tiene fijado casi un 5% del total.
Lo que ocurre es que ahora, para la ampliación de ese presupuesto, no se tuvo en cuenta esa estrategia de participación. Y las universidades de Santa Fe, no las únicas, quedaron afuera del refuerzo.
“Es absolutamente discrecional y lamentamos que sea así. No sólo porque se necesita más presupuesto para seguir desarrollando las políticas institucionales propias, sino porque no se repeta el criterio de incidencia que cada universidad tiene en la distribución del total”, reforzó Bartolacci un malestar extendido en el interior del país. “Es una falta de equidad”, sintetizó.
El rector de la UNR separó aguas y señaló que a su entender el injusto reparto no es responsabilidad del Ministerio de Educación. De hecho, la decisión administrativa que lo oficializa no partió de allí sino de la mega cartera que comanda el tucumano Juan Manzur. Y para Bartolacci, fruto de negociaciones entre los bloques legislativos del oficialismo y la oposición que terminó perjudicando a las universidades del mal llamado interior del país.
En ese contexto, el rector adelantó que junto a sus pares también perjudicados reclamarán al Gobierno nacional que se revierta la decisión para una distribución de los fondos extra de acuerdo al criterio fijado para el reparto presupuestario ordinario. Para eso, además, pedirán desde las universidades asentadas en Santa Fe el acompañamiento de los legisladores nacionales de la provincia.