Pedro Peretti, productor agropecuario, analizó la situación de la sequía y el campo, llamó a frenar con el desmonte y pidió por una sectorización de la ayuda del gobierno, con mayor apoyo a los pequeños productores
El fenómeno de la niña ha pronunciado un escenario muy complicado para el sector agropecuario que se ve afectado por una de las sequías más importantes de los últimos 60 años. Pedro Peretti, productor agropecuario, dialogó con La Marca de la Almohada y afirmó que “ha pegado de forma muy dura”.
La realidad no sólo afecta a la siembra que se encuentra a la espera de la cosecha, si no que según expresó el productor agropecuario, “hay mucho campo sin sembrar, que está siendo sembrado fuera de tiempo, y que generó una situación desgastante”.
Una de las principales preocupaciones que tiene el sector agropecuario como también los gobiernos tanto nacional como de Santa Fe, es cuál será el resultado de la cosecha y cuántas serán las pérdidas tras esta situación de sequía. “La magnitud de cuánto significa esto en dólares en pérdidas, lo veremos cuando termine la campaña como se hace año a año. Y luego evaluaremos el impacto”, determinó Peretti.
En tanto, desde el Gobierno Nacional mantuvieron una reunión con los integrantes de la Mesa de Enlace donde receptaron los reclamos de los productores y plantearon posibles alternativas y apoyos al sector para sobrepasar el escenario presente.
“La Mesa de Enlace no puede pretender que haya una ayuda universal para todo lo que ellos llaman productores. La ayuda tiene que estar segmentada, dirigida a pequeños productores”, reafirmó Peretti.
En ese sentido aseveró: “Tenés que diferenciar a los productores por su tamaño, eso es lo que tiene que hacer un gobierno popular. En Santa Fe, 1200 productores agropecuarios controlan el 60 del suelo productivo. Acabamos de batir el récord de exportaciones y terminamos con 40.1 de pobreza y una canasta básica de $150 mil”.
En concreto con la situación provincial, el productor agropecuario expresó: “Perotti se jacta de la productividad. Los argentinos no somos el campo, tienen campo los que tienen una escritura no toda la población en general. Construyeron un mito del campesino laborioso por eso es tan importante que se debata la ruralidad”.
Y concluyó: “La sequía no es una maldición bíblica, hay sequía porque hay desmonte. Hay que ponerle freno a los desmontes y reforestar y acá hay grandes empresas que han deforestado miles y miles de hectáreas”.