Alrededor de 5 millones de personas estallaron las calles de Buenos Aires para celebrar junto a la caravana de la Selección Argentina
¡Una fiesta! así se vivió en Buenos Aires el recibimiento y agasajo a la Selección Argentina campeona del mundo en Qatar. Una marea humana que se extendió por kilómetros e hizo epicentro a los pies del Obelisco, acompaño al colectivo que trasladó a los jugadores desde el predio de AFA en Ezeiza, hasta donde llegó. Un nuevo registro histórico que marca que alrededor de cinco millones de personas se agolparon en las calles porteñas para festejar el tercer título mundial del país.
Los cinco millones de hinchas que coparon las calles de Buenos Aires fueron saludados desde helicópteros por los jugadores de la selección argentina de fútbol que ganó el Mundial de Qatar, después de que a los futbolistas se les hiciera imposible avanzar por tierra hacia la zona del centro porteño donde los esperaba una enorme demostración de agradecimiento.
Hinchas llegados a la ciudad desde todos los puntos cardinales coparon autopistas, avenidas y calles para ver pasar a los jugadores, que a causa del gentío demoraron más de cuatro en recorrer el trayecto desde el predio de Ezeiza hasta la entrada a la ciudad de Buenos Aires, con el micro que los transportaba avanzando a paso de hombre y los futbolistas cantando, saltando o bailando al ritmo que imponía la multitud.
Cuando se hizo evidente que el paso no iba a ser posible -sumado a un incidente en el que un hincha saltó dentro del micro desde un puente en la Autopista Riccheri y otro cayó al piso tras golpear contra la parte trasera del vehículo, los jugadores tuvieron que bajar de los micros para abordar helicópteros en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal en el barrio porteño de Villa Lugano.
Las aeronaves pasaron por sobre los puntos de la ciudad en los que se concentraron la mayor cantidad de hinchas (el Obelisco, la avenida 9 de julio desde Corrientes hasta Constitución y la Plaza de Mayo).
Los hinchas, muchos en éxtasis, saludaban hacia el cielo, cantaban y saltaban emocionados con la esperanza de ser vistos o escuchados desde las alturas por Lionel Messi y el resto de los jugadores. Tras el vuelo de unos 20 minutos sobre la multitud, el plantel retornó al predio de la AFA en Ezeiza.