El ministro de la Corte de Santa Fe analizó la situación judicial argentina en torno al escándalo desatado tras la una reunión secreta en el sur del país
El ministro de la Corte Suprema de la provincia de Santa Fe Daniel Erbetta se refirió este martes a los escándalos que rodean al Poder Judicial, con la reunión secreta de jueces federales, empresarios de medios y ex integrantes de inteligencia en una residencia en Bariloche.
En diálogo con Radioactividad, el futuro presidente de la Corte de Santa Fe advirtió: “Este episodio merece un análisis puntual desde lo micro y más contextualizado. Si partimos de la base que lo difundido haya ocurrido, sería un punto más en un camino de debilitamiento institucional que sufre la Argentina sobre todo desde la crisis política y judicial”.
En ese sentido advirtió: “Si uno contextualiza se trata de una patología institucional más de tantas a las que estamos acostumbrados, y lo grave es naturalizarlo”
Y añadió: “Esto tiene que ver con cuestiones estructurales tales como la concentración de medios de manera ilimitada, resistencia a reforma judicial, la no discusión sobre la reestructuración del Ministerio Público Fiscal, no discutir una Corte que es la más chica de la Argentina y que se ha atribuido funciones que la encuentra desbordada”.
Sobre la reunión que llevaron a cabo jueces federales, empresarios mediáticos, ex integrantes de inteligencia en una residencia en Lago Escondido en Bariloche, Erbetta fue tajante y sostuvo: “Esto tiene dos niveles, en primer lugar las personas comprometidas le resulta exigible una respuesta clara, contundente, atendible, justificada y razonable que no hemos escuchado todavía. Además los fiscales no deberían esperar una cadena nacional, están obligados a investigar estos hechos”.
El ministro de la Corte Suprema se refirió también al inminente fallo de la Causa Vialidad contra la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. “No es normal que den el veredicto ahora y los fundamentos a fines de marzo. Yo me pongo en el lugar del Tribunal. Uno apela que en el fuero íntimo todos tenemos una obligación moral”.