La vicepresidenta recibió una pena de seis años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por “defraudación al Estado” en la causa Vialidad
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 condenó este martes a la vicepresidenta Cristina Kirchner a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en la causa por la concesión de obras públicas en Santa Cruz, luego de tres años y medio de debate judicial en Comodoro Py. A su vez, la expresidenta fue absuelta por la acusación de liderar una asociación ilícita.
Así lo determinó la sentencia de los magistrados Rodrigo Giménez Uriburu, Andrés Basso y Jorge Gorini, en un caso que tuvo además como imputados al empresario Lázaro Báez, quien también fue condenado a la pena de 6 años de prisión por “administración fraudulenta”.
La lectura del veredicto, que se realizó por videoconferencia para todas las partes y con la presencia en el tribunal de los tres jueces, fue realizada por el magistrado Gorini.
Los jueces disponen de un período de 40 días hábiles para dar a conocer sus argumentos, lo que -tomando en cuenta la proximidad de la feria judicial de enero- estira los plazos al primer trimestre del año próximo.
Si bien la Vicepresidenta fue declarada culpable, no habrá consecuencias jurídicas inmediatas para la exmandataria, dado que cuenta con fueros por su cargo público y segundo porque para que el fallo sea de cumplimiento efectivo debe quedar firme la condena.
Tras la condena, desde el Senado la vicepresidenta sostuvo que “está claro que la idea” de los jueces era condenarla, más allá de las pruebas y, al respecto, aseguró: “Esto no es ni lawfare ni partido judicial. Esto es un Estado paralelo y mafia judicial”.
“Me van a poder meter presa el 10 de diciembre del próximo año, eso si no aparecen los Caputo que financian grupos y me pegan un tiro porque me quieren presa o muerta”, desafió apuntando especialmente, como durante su Gobierno, contra el CEO de Clarín Héctor Magnetto. Sin decirlo también le hablaba a su propio partido en un claro desafío para quienes esperan correrla de la escena política.
Y concluyó: “Mi nombre no va a estar en la boleta del 2023. No voy a ser candidata, no voy a tener fueros. Que me metan presa pero mascota de usted (Héctor) Magnetto, jamás”.