La “Tertulia de viernes” se enmarca en el 2° Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo, el cual se realizará este domingo en nuestra ciudad
El próximo 27 de noviembre se realizará en Rosario el 2° Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo. Será en el Centro de la Juventud desde las 10, con invitación abierta a personas gordas de todas las identidades, pero también a aliados y aliadas. Habrá talleres, feria de emprendedores, un picnic gordo y actividades culturales.
Organizado por grupos activistas, el objetivo del encuentro es el de desarmar los discursos de odio que señalan como culpables, como enfermos y no merecedores de derechos a las personas por el simple hecho de ser gordas. La gordofobia (o gordoodio) es una violencia estructural y sistemática que se traduce un maltrato constante hacia las personas gordas simplemente por el hecho de tener esa corporalidad.
Es por esto que en la “Tertulia de viernes”, los chicos de Apuntes y Resumen conversaron con distintas referentes locales del activismo por la diversidad corporal para debatir sobre el tema.
“Que el encuentro se haga en Rosario significa que vamos ganando espacio, lo ocupamos literal y simbólicamente, ahora dentro de la agenda feminista”, expresó Luz Ferradas, concejala de la ciudad y una de las organizadoras del encuentro.
Y añadió: “Los estereotipos de belleza, la presión estética, es una violencia simbólica que recibimos las mujeres. Particularmente las mujeres gordas tenemos un tipo de violencia reservada para nosotras que se manifiesta de muchas maneras y que tiene que ver con las discusiones que tenemos dentro del colectivo”.
A partir de la lucha del activismo gordo, este año se reglamentó la Ley de Talles N° 27.521, sancionada en 2019, la cual fija un Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (SUNITI) en todo el país.
En ese sentido, la concejala por Ciudad Futura afirmó: “Tenemos derecho a que nuestros cuerpos sean vestidos. A veces es difícil, el acceso a talles no es igual para todos los cuerpos. El impacto que tiene repercute en nuestra salud mental, a veces autocastigándonos o escondiéndonos, no queriendo estar en el espacio público”.
Julieta Kleier es una activista y emprendedora local que hace 8 años lleva adelante su negocio de ropa inclusiva.
“Me pasaba que recorría días y días el centro o los shoppings y no había forma de conseguir talle, y si conseguía no era lo que quería”, contó Kleier. Y continuó: “Me di cuenta que en todos los grupos de amigas había dos o tres más como yo padeciendo lo mismo pero para adentro, era como muy banal decir que no vas a tal lugar por no tener qué ponerte. Ahí se me ocurrió el emprendimiento y arranqué con eso”.
La Negra Sonido, cantante y activista gorda, manifestó que para el sistema hegemónico, si alguien está mal estéticamente entonces quiere decir que está mal en todo sentido, incluso en materia de salud. “Ser gorda es igual a estar enferma, caí en cuenta mucho después. Era una frustración constante”, aseveró.
Y expresó: “Yo recuerdo siempre que mi mamá me llevaba al nutricionista y jamás me pregunto si estaba bien de salud, el médico tampoco, y lo hacían por “mi salud””.
Romina Sarti, activista por la diversidad corporal y docente, resaltó que la gordofobia es un sistema de opresión. “Para la sociedad, el gordo es responsable de su gordura. Yo digo: somos personas, tenemos derechos y ante todo se nos debe respetar”, afirmó.
Y añadió: “El hecho de no encontrar ropa, de que te hagan bulling en la escuela porque sos gordo, que no te atiendan en la obra social o que tengas que pagar una diferencia para que te atiendan porque sos gordo, eso afecta y no solo a lo físico, a la ansiedad, a como se siente uno en términos anímicos, afecta a la salud mental, que a nadie le importa porque no es visible, y termina siendo un movimiento en espiral”.