Representantes de espacios culturales participaron del debate
Vuelve a debatirse en el Concejo Municipal la regulación de la noche rosarina después de algunos intentos fallidos por modificar la actual ordenanza de Espectáculos Públicos que tiene ya 20 años de vigencia.
A pesar de que se presentaron 6 proyectos distintos, entre los bloques políticos se estableció consenso respecto a un cambio de paradigma y a la necesidad de ajustar la norma a los tiempos que corren.
Es por eso que, en esta ocasión, la “tertulia de viernes” de Apuntes y Resumen tuvo como invitados a representantes de Micelio, Casa Turquesa, C.C. La Angostura y Distrito Siete, cuatro espacios culturales emplazados en la ciudad, y a Julia Logiodice, Lic. en Ciencia Política y docente de la carrera de Gestión Cultural.
“La ordenanza vigente tiene la carga de los ’90, la noción de Estado que hay ahí atrás es una noción mínima, un Estado que está más preocupado por regular la actividad como un Estado gendarme”, expresó Logiodice.
Y añadió: “Si leés la ordenanza,se está más preocupado por las condiciones de seguridad, pero hay poco de que el Estado pueda pensar más allá de los intereses individuales. Creo que el lugar del Estado en relación a los espacios culturales es una disputa política, en cada ordenanza se pueden cristalizar diferentes formas que son históricas y que son construidas por la manera en que pensamos al Estado”.
Casa Turquesa es un espacio cultural ubicado en el barrio de Arroyito que comenzó a funcionar en abril de este año. “Nos proponíamos un poco descentralizar y ser como un referente de actividades culturales en el barrio. Casa Turquesa está en una calle muy quieta, que nunca pasa nada. Intentamos trabajar con artistas de la zona norte, hemos variado en las actividades que realizamos”, expresó Silvina Hassan.
En esa línea, la referenta de Casa Turquesa manifestó que les está costando mucho sostener el espacio a pesar de que es una propiedad con un costo muy bajo.
“La estamos remando pero se nos está haciendo muy difícil. La idea era habilitarlo porque eso también nos impidió desarrollar otras actividades con más duración. Cuando fuimos a averiguar la habilitación dije es imposible”.
Micelio es Espacio Cultural Independiente que funciona desde el año 2019 pero que fue clausurado en septiembre del mismo año. “Legítimos pero ilegales es la consigna que habíamos trabajado en la campaña por la ordenanza de espacios culturales”, manifestó Nicolás Zanni, representante de Micelio.
En cuanto a las legislaciones relacionadas a la nocturnidad y espacios culturales, Zanni explicó: “Yo creo que son dos legislaciones que una abarca a la otra pero son diferentes. La nocturnidad abarca mucho más actores que no son sólo los espacios culturales, y se necesita una regulación compleja para todo eso que nadie quiere claramente ponerse a debatir. Se habló algo en una audiencia pública en el Concejo y eso arma un debate en la población. Yo creo que hay que invitar a que se participe en lo más posible”.
La Angostura es un centro cultural ubicado en barrio República de la Sexta que cuenta con más de 15 años de trabajo y que surge “como una gran crítica a las instituciones”. “Nuestro planteo fue crear una institución que fuera popular, que tomara las banderas de la cultura popular y que cada artista pudiera desarrollar su productividad. Queríamos que las puertas estén abiertas. Fue uno de los primeros centros culturales que surgió así”, manifestó Stella Ciprian, representante del espacio.
Y añadió: “En ese momento fuimos a la Dirección de Habilitaciones y planteamos: o centro cultural o clandestino. Logramos la figura de “centro cultural”, no éramos casa de cultura, no éramos bar, éramos un centro cultural”.
En cuanto al debate de la ordenanza, Ciprian afirmó: “La verdad que “ordenanza si o ordenanza no” no me sirve porque nunca estuvimos dentro de la ordenanza. Para mi es plantearnos un artículo que esté destinado a estos espacios, los que nos relacionamos con una comunidad que necesita vincularse con nosotros”.
Distrito Siete es un proyecto cultural de Ciudad Futura que hace casi 10 años que funciona como un espacio cultural de la ciudad. En ese sentido, Cipriano Lamaison, representante del espacio, resaltó que no hay una normativa que los ampare ni los represente y que la ordenanza actual es insuficiente.
“Tenemos desde talleres hasta cursos, tenemos el bar a la noche y espectáculos en vivo, también teatro. Sin embargo sentimos que tenemos un Estado que es gendarme hoy en la política cultural de la ciudad en vez de ser un Estado promotor”, especificó Lamaison.
Y concluyó: “Necesitamos un Estado que promueva la cultura y que no sea todo el tiempo una traba para generar cultura”.