Lo dijo el abogado y magister en Ciencias Sociales, en el marco de su análisis sobre Rosario y el avance del narcotráfico, los roles de la policía y la política.
Los chicos de Apuntes y Resumen hablaron con Esteban Rodríguez Alzueta, abogado y magister en Ciencias Sociales, para profundizar sobre su análisis publicado en El cohete a la luna sobre la Rosario violenta atravesada por el avance del narcotráfico, los roles de la policía y la política y en qué lugar queda la sociedad.
“Hace tiempo vengo trabajando sobre el tráfico de drogas ilegalizadas y alrededor de las palabras que vamos construyendo para nombrarlo. Las palabras que usamos no son ingenuas ni inocentes. Cuando se dice “guerra contra las drogas”, ese tipo de palabras no colaboran ni ayudan a comprender”, expresó el profesor e investigador.
En esa línea, Rodríguez Alzueta afirmó: “El hecho de que sean mundos compartimentados no significa que no haya un vínculo entre ellos. Detrás del tráfico ilegal de drogas está el tráfico ilegal de granos, el cual crea condiciones de posibilidad para que luego los puertos sean referenciados por distintos actores como lugar de tráfico hacia otras latitudes”.
Y agregó: “A las elites les sirve que los monos se transformen en el centro de atención porque es lo que les cuida las espaldas a los negocios turbios en los que ellos están también metidos. Las elites tienen el dinero suficiente para costear los servicios de bufetes de abogados, escribanos, contadores para pasar desapercibidas. “.
En cuanto a la mirada porteña de la situación actual de la ciudad, el abogado y magister en Ciencias Sociales señaló: “Rosario nos queda cerca para turistearla, pero nos queda tan lejos a la hora de pensar estos fenómenos. Nos empieza a quedar lejos si la transformamos en la Chicago Argentina, eso le agrega más problemas, pero no a las elites, sino a la gente que vive en la periferia”.
Y añadió: “Hay que tener en cuenta que tenemos una estructura judicial que históricamente está para perseguir los delitos comunes y no los grandes delitos urbanizados que necesitan otro tiempo, otro tipo de presupuesto y otros recursos humanos”.
Finalmente, Rodríguez Alzueta explicó que la violencia que existe en Rosario no existe en el conurbano porque la policía bonaerense todavía tiene capacidad para regular y que la política, que es la que tendría que construir consensos, se ha dedicado a implosionar todo tipo de diálogo.
“La política ha roto los distintos puentes, generó muchos malentendidos. Sin consensos políticos es muy difícil que la provincia de Santa Fe y Rosario en particular pueda detener los niveles de violencia que están teniendo”, concluyó.