Travesía semanal cuyo viaje se va deteniendo en diferentes puertos para iluminar el firmamento del dial con cada una de las secciones que conforman su ruta de navegación.
“Mar picado”, “Música para beber”, “Reflexiones a la deriva”, “Charlas de camarote” con invitados especiales, “Recomendaciones con palazos”, “La Bodeguita de Daniel Greco”, “Vademécum de Tangos” y “Traducciones en alta mar”, entre otras, son algunas de las habituales bitácoras donde la literatura, el cine y evocaciones de personajes ineludibles cobran vida propia al ritmo de una selección musical cuya delicada exquisitez constituye una verdadera marca registrada.
El Barco Ebrio zarpa todos los domingos para sacudir el éter de la tarde rosarina y confirmar que es el único programa que dejó a Noé sin laburo.
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