Una nueva investigación de ICIJ y el diario Süddeutsche Zeitung pone el foco en el armado de empresas “offshore” en territorios con secreto para los inversores
* Por Alejandro Arnoletti
Una investigación periodística del diario alemán Süddeutsche Zeitung y del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) trabajó con 13,4 millones de documentos provenientes de dos grandes estudios jurídicos dedicados a proveer servicios “offshores”. Los “Paradise Papers”, como fueron denominados, fueron analizados por más de 380 periodistas de 67 países, con un volumen de 1,4 terabytes de información.
Destacadas figuras del mundo político, empresarial, deportivo, de espectáculos e importantes empresas a nivel mundial aparecen implicadas en esta filtración de datos masiva. Allí se explica cómo reducen o eluden sus impuestos con la ayuda de influyentes abogados y la complicidad de autoridades de 19 jurisdicciones que mantienen en secreto sus actividades: Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, las islas Bermudas, Islas Caimán, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Isla de San Vicente, Trinidad y Tobago, Labuán, Islas Cook, Islas Marshall, Samoa, Vanuatú, Malta y Líbano.
Los documentos provienen de dos grandes estudios jurídicos que tienen como objeto proveer asistencia “offshore”. Uno de ellos es Appleby, que tiene su sede matriz en Bermudas, y el otro es Asiaciti Trust, con origen en Singapur. Estas compañías crean entramados societarios complejos que permiten a sus clientes ocultar su identidad, con el objeto de optimizar su situación fiscal o evadir impuestos. Uno de los principales focos de la filtración es Estados Unidos, que cuenta con alrededor de 31 mil clientes individuales y corporativos de Appleby. En cantidad es seguido por Reino Unido, China y Canadá.
Entre las figuras de renombre que hasta el momento se encuentran implicadas aparecen la Reina Isabel II; el presidente colombiano y Premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos; el yerno y miembros del gabinete de Donald Trump; cantantes como Madonna, Bono y Shakira y el campeón de Fórmula 1, Lewis Hamilton. Algunas de las empresas que cuentan con sociedades “offshores” del estudio Appleby son Nike, Apple, Twitter, Facebook, HSBC, Barclays, Goldman Sachs y Citi Group. Dentro del caso argentino aparecen mencionados el ministro de Finanzas de la Nación, Luis Caputo y su par de Energía y Minería, Juan José Aranguren. También lo están empresarios como Alan Faena e Ignacio Rosner y la multinacional Glencore, que cuenta con proyectos mineros en el país.
Tal como sucedió con los “Panamá Papers”, un grupo de periodistas argentinos formó parte del equipo consorcio internacional. Los siete profesionales convocados por la ICIJ fueron Maia Jastreblansky, Iván Ruiz, Ricardo Brom y Hugo Alconada Mon, de La Nación; Emilia Delfino, de Perfil; Mariel Fitz Patrick, de América TV y Sandra Crucianelli, del portal Solo Local de Bahía Blanca y docente del Knight Center de la Universidad de Texas. Para conocer más detalles de esta revelación mundial el portal de Radio UNR entrevistó a Emilia Delfino, subeditora de Política en Perfil.
¿Cómo llegó la investigación a ustedes y qué indicaciones les dieron?
Sabemos que en diciembre el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación comenzó a convocar a los primeros medios de América Latina. Por lo que están diciendo se calcula un año y medio de investigación, así que creemos que comenzaron a recibir documentos un poco antes. Una vez que el diario alemán Süddeutsche Zeitung contacta al Consorcio, ellos empiezan a elegir entre sus socios permanentes y algunos medios con los que quieren trabajar, como es el caso de Perfil, y los convoca en distintas tandas. Así el proyecto comienza de poco.
¿Qué diferencias encuentra entre los “Paradise Papers” y los “Panamá Papers”?
Básicamente tiene que ver con la complejidad y la cantidad de documentación. Acá hay muchísimos más documentos; una base de datos de uno de los estudios más prestigiosos en negocios “offshore”, Appleby, de casa matriz en Bermudas pero con 700 empleados en todo el mundo y trabaja con algunas de las empresas más importantes. Además hay registros mercantiles y comerciales de las sociedades creadas en 19 jurisdicciones secretas u opacas, lo cual engrosó muchísimo y también 13,4 millones de documentos disponibles en la base de datos. Appleby le da otro perfil a la investigación de “Paradise Papers” en relación a “Panamá Papers” porque los estilos de los estudios jurídicos son totalmente distintos de un caso al otro. Los periodistas del equipo argentino que investigaron los “Panamá Papers” cuentan que el de Mossack Fonseca, si bien trabaja con oficinas en distintos lugares del mundo, es un perfil más latinoamericano, llano, donde la búsqueda de documentos era más directa. Si bien también fue difícil, en comparación con lo que es Appleby, resaltan eso. Éste es más sofisticado, cuidadoso, más difícil y se necesita más tiempo para indagar en miles y miles de documentos para encontrar la comisión de delitos ya que son más prolijos.
Usted hacía mención a la comisión de delito. Tener una empresa “offshore” no constituye un delito pero ¿la planificación para evadir impuestos a través de una compañía de este tipo sí?
Hay distintos debates sobre eso y depende de la jurisdicción y del país donde las empresas operen. En el caso de crear una sociedad “offshore”, por ejemplo, cuando las empresas o personas declaran crear una en un paraíso fiscal es legal. Por ejemplo en Panamá cualquier persona que cree una empresa en ese país, por ejemplo un periodista que quiera tener su productora de contenidos, tiene que hacer una “offshore” porque es la posibilidad que le da su país y obviamente están exentos de impuestos, pero trabajan en Panamá. El gran debate internacional que se está dando desde “Panamá Papers” es cuando las empresas trabajan en países como la Argentina pero sus sedes están en paraísos fiscales, entonces la carga tributaria se termina dando a favor de la empresa.
Y en ese sentido, ¿hasta dónde puede llegar la Justicia de nuestro país con los casos argentinos encontrados?
De primera mano la AFIP tiene una oportunidad de empezar a indagar; la UIF, que es la que se encarga de detectar maniobras de lavado de dinero, también a partir de sociedades que ellos no sabían que existían en relación con argentinos. Hoy sacamos el caso de Alan Faena, con una cuenta en Suiza y otra en Luxemburgo. Él dijo que tiene todo declarado y en regla y cuenta con media docena de “offshores” para invertir en los negocios hoteleros en Puerto Madero. Es la oportunidad para que revisen si efectivamente está todo declarado como dice el empresario y luego hacer la denuncia correspondiente a la Justicia, si efectivamente fuera el caso.
¿Y los otros argentinos implicados qué justificación les dieron?
En el caso del ministro Luis Caputo manejó entre 2009 y 2015 un fondo de inversión en las Islas Caimán, que es la quinta jurisdicción más secreta del mundo. Argentina no tiene acceso a las bases de datos mercantiles y de inversores de allí, por lo que nosotros no sabemos quiénes son las personas a las que el ministro Caputo les manejó dinero y si están relacionadas con los fondos buitres con los que el funcionario negoció el pago de la deuda argentina en default. Él nos aseguró que todos los que habían invertido en el fondo de inversión de Caimán eran “gente de bien”, que no había lavadores de dinero pero no quiénes eran y tampoco sus exsocios en Miami que están vinculados al fondo. Y con respecto a los fondos buitre dijo que creía que no estaban relacionados ni había manejado ningún tipo de inversión relacionado con ellos. Otra vez este territorio, al garantizar el secreto de estos inversores, no nos permite indagar. Pero sí “Paradise Papers” nos permitió dar a conocer que este fondo existió, que está vinculado al funcionario y que la información sigue siendo secreta.
Con respecto a la denuncia que tuvo Caputo hace unos meses por irregularidades en la ANSES con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad y también con fondos de inversión, ¿hay algún vínculo?
Hay un vínculo porque la sociedad que trabajaba Alto Global Found, que manejaba el fondo de inversión en Islas Caimán de la que era mánager es Noctua Partner, que está manejada también por otra sociedad en Delaware, una jurisdicción que permite beneficios y ventajas impositivas y secreto. Y está administrada también por un grupo de argentinos: uno de los socios de Caputo en Axis tenía el 5 por ciento de las acciones de Noctua, es decir, el 5 por ciento de la empresa gerenciadora de este fondo de inversión en Caimán. Y a su vez Axis, que también es un fondo de inversión pero en Argentina y por el que está siendo investigado Caputo, es asesor y enviaba clientes a Alto Global Found, el fondo en Caimán. Así que está directamente ligada con esta empresa que está siendo investigada.
En el caso de Aranguren es más claro…
Sí. Podría haber sido una anécdota porque aparece por un corto tiempo como director de una “offshore” de Shell que se llama Western Supply and Trading Ltd. Esta empresa opera para Shell en América; él era el CEO de Shell por lo que tenía una participación en esta “offshore” como en otras. Pero la particularidad que vuelve a traer al presente esta participación es que ya siendo ministro de Energía de Macri, en abril de 2016, el Estado argentino le compra a Western 7 de los 8 buques que había licitado por gasoil para proveer de energía al país ante la escasez de combustible local. Obviamente el ministro dijo que no había tomado ningún tipo de decisión, que había derivado las injerencias de las compras a Shell a otros miembros del gabinete y que él estaba exento de responsabilidad ética y penal en esto. Sin embargo el ministro tiene denuncias por sus manejos en la petrolera y por supuesta incompatibilidad. Y hay un informe de la SIGEN que todavía estamos esperando para que resuelva la situación de Aranguren con respecto a Shell y las compras del Estado.
Recién me decía que las Islas Caimán es el quinto más “opaco”, ¿cuáles son los primeros cuatro?
Los primeros son Suiza, Hong Kong, Estados Unidos y Singapur como territorios más “opacos”. Decimos territorios porque Caimán depende del Reino Unido, tiene un gobernador y no es considerado como el resto de los países.
¿Qué opina de la repercusión que tuvieron los “Paradise Papers”?
Es un tsunami como lo fue “Panamá Papers”. Es una filtración que también requirió de mucha investigación porque la base de datos era tan compleja que necesitó de consultas por afuera a fuentes de información, a documentos públicos, a otros que no son públicos y cruces de información. Fue mucho trabajo en equipo que hicimos con los miembros de La Nación, Mariel Fitz Patrick y Sandra Crucianelli. Creo que la repercusión sobre todo se está dando en Europa y Estados Unidos porque los principales personajes y líderes de esos países y las grandes multinacionales que tienen base sobre todo en Estados Unidos están siendo los blancos de esta investigación por el perfil de Appleby. Es un estudio jurídico que trabaja con los más top del mundo, pensándolo desde el punto de vista del sistema económico y financiero.
Hasta la reina…
Exactamente. Incluida hasta la reina de Gran Bretaña, Isabel II
¿Cuáles son los próximos pasos de los “Paradise Papers”?
Se está trabajando en el armado del acceso de la base de datos pública. Este tipo de proyectos tiene una base de datos secreta en el sentido de que está encriptada por seguridad y a la que tienen acceso los periodistas que forman parte de la investigación. Eso tiene que ver con la protección de las fuentes, que para los periodistas es nuestro ABC, y con que muchos de esos documentos no pueden ser abiertamente publicados en la web porque contienen información, metadata, que pueden conducir a la fuente original de esta filtración. Eso es lo que el diario alemán y el ICIJ no pueden permitir porque romperían los códigos periodísticos de protección de la fuente. También se está armando como con “Panamá Papers” una base de datos para que todos puedan acceder a la información que sí tiene la base una vez ya procesada por los expertos del Consorcio Internacional.
¿Van a seguir apareciendo nombres?
Sí. Esto es una investigación de largo aliento y éstos son recién los primeros 3 días. Imaginate que todavía hay mucho por dar a conocer. En la Argentina en particular no podemos tirar toda la información junta. Entonces lo que vamos haciendo es armar notas a medida que pasan los días, consultando a los involucrados para darle derecho a réplica a medida que se va avanzando y se acerca la publicación y compartiendo también las notas que hacen colegas de otros países y que tienen interés para los argentinos.