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Víctor Hugo Morales habló en exclusiva con el portal de Radio Universidad

El locutor y periodista uruguayo arriba a Rosario para presentar “El rebenque del diablo”, su último libro. El trabajo cuenta la lucha mantenida durante décadas contra el Grupo Clarín por la explotación de los derechos de televisación del fútbol argentino

* Por Alejandro Arnoletti

El conflicto tuvo un capítulo saliente, que llegó a instancias judiciales luego de que el programa “Desayuno”, que Morales conducía por Canal 7, emitiera fragmentos en vivo de la final intercontinental del 2000 sin autorización. Los derechos habían sido adquiridos por la señal de cable PSN, pero únicamente disponibles en Cablevisión, prestadora del mismo grupo que había pagado la exclusividad.

Al igual que en la entrevista brindada a “Rompiendo los cocos” fue muy crítico con la nueva etapa del programa Fútbol Para Todos. En esta oportunidad tildó “delito” a la entrega de los principales partidos para ser emitidos por tres canales privados. Asimismo cuestionó la labor de la Justicia en sus distintos órdenes, sin vacilar a la hora de calificar a Ricardo Lorenzetti como “el supremo rehén de la Nación”. También reprochó las negociaciones de los grupos de medios con la administración macrista, motivo por el que asegura haber quedado sin trabajo e iniciado los trámites de jubilación.

A horas de presentarse en la ciudad, compartimos la entrevista exclusiva que el periodista brindó al portal de Radio UNR. 

¿Qué podemos encontrar en la presentación que Ud. brindará el jueves en Rosario?

La charla tiene que ver con el último libro que escribí, que se llama “El rebenque del diablo”. Se conecta muchísimo con lo que es Fútbol Para Todos y la estafa que ahora está cometiendo el Gobierno de Macri, respecto al propio Estado que él gobierna, al entregarle el fútbol a los privados por la décima parte de lo que el Estado paga. Justamente ahora se produce la devolución del fútbol a la gente del Grupo Clarín, disimulada con la entrega a otros canales pero que a la larga todo tiene que ver con Clarín. Así que el libro cuenta la historia de cómo se peleó desde mi lugar por Fútbol Para Todos, por la Ley de Medios y el costo que eso tuvo. Además cuenta la historia del partido Boca – Real Madrid del 2000, que yo tenía en una pantalla simultáneamente mientras hacía el programa (Desayuno) sin que el canal tuviera los derechos. Eso motivó un juicio que terminó el año pasado, en el cual me obligan a pagar un dinero, y originó en el tiempo lo que llamamos Fútbol Para Todos, que ahora ha sido traicionado por el Gobierno neoliberal de Mauricio Macri.

En una primera instancia judicial el fallo había sido a favor suyo, pero luego rebatido. ¿Por qué?

En la primera instancia el juez dijo lo que correspondía. Aunque siendo yo un entusiasta divulgador y defensor de la medida, no era el que podía “levantar la palanca” para que eso se hiciese. Aunque Clarín había ganado el juicio, no le importaba hacerlo contra ATC y el productor (Eduardo Metzger) sino que lo querían contra mí. Entonces apelaron y encontraron una Cámara que es una de las vergonzosas Cámaras aliadas y dominadas por Clarín, que le dieron en una segunda instancia la victoria en la sentencia. Eso fue a la Corte Suprema en queja y el máximo tribunal se negó a tratarlo porque estamos hablando de Lorenzetti, que no es otra cosa que el supremo rehén de la Nación. He tenido que afrontar el pago de esa deuda de cientos de miles de dólares.

¿Cuál es su visión del actual modelo de Fútbol Para Todos?

La situación actual es una estafa colosal, vergonzosa y repugnante, cometida en las narinas de todo el mundo. Se animan a cualquier cosa. Es demostrativa del carácter moral del Gobierno de Macri, que no tiene ningún tipo de pruritos en llevarse por delante todo lo que sea República, Democracia, Libertad de expresión y también lo que es el Estado, en tanto el “paganini” de esta historia, sin sacarle ningún tipo de provecho. Es tan vergonzoso que esto es directamente peor que cuando lo tenía Clarín porque antes lo pagaba. Ahora se lo paga el Estado para que el Grupo haga usufructo de esto. Esto es verdaderamente increíble. Las palabras han perdido su rango frente a lo que están haciendo. Cuando alguien dice “es una vergüenza”, alguien piensa que dice algo muy fuerte pero no alcanza con eso. Es mucho.

¿Le parece que es una manera de achicar el Estado? ¿Qué consideraciones tiene al respecto?

Es una medida neoliberal de manual pero en este caso no está achicando al Estado. Puede ser una medida discutible desde el punto de vista económico, filosófico, político, etc. Aquí lo que se está cometiendo es un delito, un grave delito que sóamente en este estado de cosas, siendo el poder real, se puede cometer.

¿Considera que hay menos voces contrarias al Gobierno macrista?

Es necesario que así sea porque sino no podrían actuar tan impunemente. Pero nosotros somos chiquitos. Si no hay voces discordantes no hay forma de que la gente esté debidamente informada de lo que está sucediendo.

Según Ud., ¿qué alternativas tiene el público para acceder a otra información?

Hay que buscar, es muy poquito lo que hay. Hay algunos portales como El Destape Web, Diario Registrado. Hay que buscar, ciertamente no es fácil. Están los que directamente trabajan para el régimen: Clarín, Nación, etc. y están los que no se animan a hacer ni una cosa ni la otra. No se animan a ser neoliberales porque no lo sienten pero tampoco se animan a estar en contra porque no les conviene.

¿En qué situación están Ud. y sus compañeros tras los despidos?

Hoy (por el martes) empecé el trámite de jubilación, así que estoy asumiendo que ése es mi destino. Espero que no. Pero me puse en marcha con eso.

Jubilación. ¿Y alguna otra alternativa?

No hay nada preciso. Me da la sensación de que he sido usado como “cuco” para conseguir determinado tipo de beneficios del macrismo, para que no entre o para que no esté. Me muestran y después no pasa nada. Lo que hacen es informar al macrismo que si tal cosa no la ceden, por ahí me llevan. Ocurrió con dos trabajos.

Macri actualmente tiene dos rebenques; una es la deuda y la otra es lo que viene de la pauta. La deuda de la pauta es muy importante para los medios porque cuatro o cinco meses significan millones de pesos. Uno se presenta a cobrar y el Gobierno de Macri pasa factura por lo que dijeron, por los que trabajan… Entonces los medios entregan lo que sea con tal de cobrar y no cabe ningún tipo de duda. Son empresarios. Y se da la particularidad de que cuentan con la caja de Nación, Provincia y Ciudad. Y si no tienen esa caja tienen la de Fútbol Para Todos.

¿Encuentra similitudes en el trabajo de la Justicia con la Ley de Medios y su caso con Cablevisión?

Todo tiene que ver el mismo perfil moral, ético, de una Justicia que está en un plano de podredumbre insoportable. Son en general cachafaces de la Justicia que la han sometido pero no por ellos, sino por el poder brutal del Grupo Clarín, que es el verdadero amo de todo esto que estamos hablando. Nada de esto es ajeno al dominio de Grupo en todo el país.

¿Qué espera en un futuro de la Ley de Medios?

Hay una partecita aún sana que esperemos que actúe. Un juez de La Plata tiene que pronunciarse próximamente. Todo lo que tenemos son expectativas, ilusiones, pero las certezas escasean lamentablemente.

¿Considera que hubo errores del Gobierno anterior en la aplicación de la Ley de Medios?

Creo que no. Hicieron lo que pudieron para fomentar emisoras, la aparición de profesionales y las adecuaciones parecería que se manejaban en función de que no se aumentaran las desventajas. Una de las cosas que podría haber ocurrido era que se desmembrara el Grupo Vila, que perdiera toda fuerza la relación de Telefónica de España con Telefe de aquí. Si todo eso se desmembraba y, como Clarín era el único que no obedecía, era el único que no se dividía. El riesgo que se corría era el de aumentar las injusticias. Al no querer someterse el Grupo y, si no hubiéramos estado durante seis años tratando de que efectivamente eso pase, hubiera tenido mucha más fuerza cualquier crítica que se pudiera hacerse a alguna situación de pequeñas tolerancias que podrían mencionarse de la Ley de Medios. Aquí el fenómeno es el Grupo Clarín y lo único que faltaba era que se aplicara contra el resto y no contra Clarín. La diferencia que es brutal, hubiera sido mucho mayor.

¿Qué espera de la continuidad de la Argentina y de los medios de comunicación?

De los medios de comunicación alguno va a aparecer haciendo las cosas un poco más decorosas porque “heridos” van a quedar en el camino. Un canal que intentó contratarme ya fue y vino con respecto al macrismo. En las negociaciones las cosas pensaron que no salieron como tenían que salir y de pronto sí. Ese medio mientras Macri le haga el gusto está perdido para la causa. La causa es la de un periodismo que se maneje de acuerdo a lo que es la calidad de la información. La que está esperando y necesitando la gente, que no se aparte del poder. Algún medio va a quedar en el camino porque Clarín y La Nación son muy voraces y al comerse muchos ellos no va a alcanzar para todos, aunque por primera vez un Gobierno tenga las tres cajas.

¿Y en cuanto a la política?

Hay que ver. Quiero ser un poco prudente porque tirarle a la gente tanto dolor de forma anticipada es muy duro para empezar el año. Demos alguna chance para ver si en esta entrega brutal a los fondos buitre empiezan a conseguir dinero, pero que algún día habrá que pagarlo. Aprovechando el país desendeudado que recibieron, reconocido por ellos, pueden aprovechar para endeudarse y allí podría aminorar la caída que en el tiempo será inexorable.

Para finalizar, ¿qué actitud deben tomar los periodistas según su mirada?

Hay que aportar información; levantar las defensas todo lo que se pueda; ayudar a la lucidez de la gente; estar atentos para la protesta democrática, las voces que se suman en la plaza; evitar la indiferencia; mover a la indignación a la gente que a veces es un poco más perezosa y se deja avasallar. Son las cosas que podemos hacer y en eso estamos.