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“El pueblo chileno eligió cambios revolucionarios”

Chile eligió a Gabriel Boric como su nuevo presidente. Esta decisión es un emergente de las luchas estudiantiles y supone un cambio profundo en la política trasandina

* Por Alejandro Arnoletti

Chile decidió apostar a un gobierno popular en el ballotage efectuado ayer entre el candidato de “Apruebo Dignidad”, Gabriel Boric, y el ultraderechista, José Antonio Kast. El amplio triunfo del actual diputado de izquierda llevará al Palacio de la Moneda al presidente electo más joven y al que cosechó más votos a lo largo de la historia.

El triunfo de Boric supone un volantazo a la estructura política tradicional del país trasandino. Además es un emergente de la lucha estudiantil comenzada hace una década, que fue exponiendo la fuerte desigualdad reinante allí y que llevó a la renovación de la constitución pinochetista. También prevé un cambio en la relación con el resto del continente, históricamente dejado a un segundo plano por las conducciones políticas.

El portal de Radio UNR entrevistó a Coco López, conductor de “Rompiendo los Cocos”, para analizar el triunfo de Boric y lo que se espera de su gestión: “Es importante que Chile, después de la larga noche de la dictadura pinochetista y una transición amañada con Gobiernos que se alternaron en la conducción del país, haya votado un cambio profundo. Podrías pensar que entre Bachelet y Piñera había matices profundos pero entre Kast y Boric no hay matices, nadie se puede confundir. El pueblo eligió cambios revolucionarios, no digo una revolución socialista sino un cambio estructural. La derecha no se quedó quieta ya que aumentó el dólar, bajaron las acciones y sería iluso pensar que se queden quietos.

¿Cómo evalúa el triunfo de Boric y el escenario que se abre para Chile y el continente?

Se vaticinaba una elección muy pareja, pero terminó ganando Boric por casi 12 puntos. Es un triunfo de la lucha popular, que no nació de un encuentro de entre 4 o 5 dirigentes sino que es fruto de una lucha popular en la que el candidato triunfante participó como líder estudiantil varios años atrás, siguió en las calles y fue elegido diputado. Su nombre era conocido por las masas populares y eso ayudó a que triunfara su candidatura. Por supuesto es un triunfo que cambia en parte la relación de fuerzas en América Latina y en especial en Sudamérica, con Bolivia, con Chile, Argentina, Perú. Y uno puede sacar conclusiones de qué significó el triunfo de Boric leyendo las declaraciones de Javier Milei, quien afirmó que “lo que ocurrió en Chile fue un desastre”.  Uno debe pensar que lo que para un representante de la derecha argentina es un desastre es bueno para el pueblo chileno. Ayer se veían carteles que decían que “la derecha murió”. Tal vez es algo prematuro decir que murió porque tiene un fuerte arraigo y el candidato de la ultraderecha sacó el 44 por ciento de los votos. Que es un golpe para la derecha latinoamericana, sin dudas. Macri viajó para apoyar a Kast y Vargas Llosa en un encuentro en Miami vaticinó que el triunfo de la izquierda era un desastre para la región. El escritor indicó que ahora el “único país como la gente” es Uruguay así que están puestas todas las condiciones para que haya cambios de fondo en Chile y así lo prometió en su primer discurso.

Ud. recién marcó que la ultraderecha todavía mantiene el 44 por ciento de los votos y el congreso tendrá a dirigentes cercanos a Piñera como primeras minorías. ¿Cómo será gestionar para Boric?

Será complicado, y requerirá de consensos. Pero Boric enumeró una cantidad de demandas sociales que hacen pensar que ese Chile que nos pintaban de modelo a seguir no existe. Mencionó las demandas de los estudiantes, obreros, pueblos originarios, mujeres, la Justicia, y el lema de “Verdad, Justicia y no a la Impunidad”. Chile no es el paraíso que nos querían mostrar. También habló de las Administradoras de Fondos de Pensiones (similares a las extintas AFJP de Argentina), que se enriquecen con el dinero de los chilenos y va a promover un cambio en el sistema de gestiones. Boric se propone un cambio profundo del modelo neoliberal que impera en Chile, que en la práctica se mantuvo desde la dictadura de Pinochet.

¿En qué posición queda la política tradicional de Chile?

La política tradicional va a ser un lazo difícil de manejar por Boric. Lo que nos interesa es que hacia Argentina y el Mercosur tengan una mirada distinta. Siempre privilegiaron una mirada hacia otro lado y no a sus más inmediatos vecinos. Por más de que las relaciones entre Argentina y Chile son buenas, Chile puede dar aún más para la integración de América Latina que lo que dio hasta ahora. Hay que ver si Boric tiene la fuerza parlamentaria suficiente para dar los cambios.

Algo similar a lo que viene pasando en Perú

En Perú hay una derecha desatada que no dejó ni siquiera empezar a gobernar a Pedro Castillo. Le tumbaron ministros tras ministros, incluso intentando un juicio político 

Parisi fue un candidato con posturas similares a la de Kast, pero sus votos fueron para Boric. ¿Cómo se explica?

Los votos de Parisi fueron particulares. Hizo campaña virtual desde Estados Unidos y no pisó Chile para la campaña electoral. La fidelidad de los votos eran muy discutibles y se pensó desde un primer momento que podían pasar a Boric. El presidente electo tiene características particulares: es el presidente electo más joven; por primera vez un diputado en funciones es elegido presidente; es el que más votos juntó; es el que perdiendo la primera vuelta gana en segunda vuelta… Un Chile atomizado en el que finalmente tuvieron que definir entre dos programas muy contrapuestos.

Piñera puso en discusión los límites marítimos con Argentina y a la brevedad hará una presentación en la ONU. ¿Qué puede pasar con Boric como presidente?

No creo que prospere. Hay una vuelta de página en las relaciones. Recordarás el lío que se armó cuando Bielsa calificó a Kast como “antiargentino”. Con el triunfo de Boric habría que darlo por terminado. Bielsa seguirá siendo el embajador en Chile. El mapa que trajo la controversia fue uno que desde un primer momento analistas chilenos dijeron que era una presión de Kast hacia el gobierno argentino para reforzar el compromiso y los votos de la derecha para el candidato Kast. Y la forma más fácil que encontraron para hacerlo era pelearse con Argentina.